El martes empecé mi dieta de cara a la operación bikini 2.016; quedan justo los meses necesarios para hacerlo tranquilamente y sin desfallecer en el intento.....
Ayer jueves, la rompí. :(
La culpa la tuvo esta "Blueberry cheesecake" que hice sin ninguna intención de probar, por el puro de placer de cocinar y fotografiar, y con idea de cederla generosamente a mis catadores de recetas oficiales, pero resulta que no soy ni la mitad de fuerte de lo que me creo y caí en la tentación....
No pasa nada. El próximo lunes vuelvo a empezar. :)
Los viernes salgo a cenar, lo sábados la suelo organizar yo y bueno... el domingo es domingo.
Conclusión: esta tarta de queso con arándanos es sencillamente irresistible.

La combinación queso y arándanos es de por sí una combinación ganadora. La he probado en versión helado, uno tras otro verano, y es maravillosa. Así que acompañada de una base de galleta y mantequilla... os podéis imaginar!
No sólo es una tarta riquísima, sino que es una tarta preciosa. Una tarta de queso que se sale de lo habitual, de la clásica cubierta de mermelada. Los arándanos, en mi descargo, son sanísimos y muy conocidas sus propiedades antioxidantes.
Es por eso por lo que últimamente, junto con el jengibre, el limón, la lechuga, la pechuga de pollo, se han instalado en mi nevera para contribuir a depurar y comer sano sanísimo, aunque luego me desvío del buen camino y lejos de tomarlos en el desayuno con un poco de yogourt descremado me dedico a hacer risottos y cheescakes con ellos.
:*( Soy débil.
El caso es que entre merienda, cocinitas y fotos, me pasé una tarde la mar de entretenida que culminé yendo por fin a comprar un standcake (un soporte para tartas de acero y madera) que había visto hace unos días en una tienda de decoración que me encanta TUCIN. Los que me seguís por Instagram ya sabéis de qué hablo porque subí la foto hace dos días.
Los que aun no me seguís os lo estáis perdiendo. Porque imagino que será porque aun no tenéis una cuenta en la red social de moda. Aquí os contaba cómo funciona y os vuelvo a animar a disfrutar de esta ventana al mundo a través de fotografías de todo tipo de temas.
Las mías de cocina, de compras, algún viaje y #ssmiciudad (San Sebastián mi ciudad).
Al tema!
Ingredientes:
- 300 g de queso crema.
- 200 ml de nata 35% mg.
- 3 hojas de gelatina.
- 1 yogurt natural.
-1/2 limón.
- 50 g de azúcar.
- 100 g de arándanos.
- 10 galletada Digestive.
- 80 g de mantequilla.
- Esencia de vainilla.
Preparación:
Para elaborar esta cheesecake he utilizado un molde de 18 cm. Si usáis uno más grande la tarta quedará más baja y necesitaréis unas pocas galletas más y también más mantequilla. Además, y salvo que también aumentéis proporcionalmente el resto de las cantidades, la tarta quedará un poco más baja.
En primer lugar vamos a formar la base de la tarta; trituramos las galletas y las colocamos en un bol. Añadimos la mantequilla derretida y removemos con una cuchara. Pasamos la mezcla a la base del molde. El mío tiene la base separada del aro, así es más fácil desmoldar; además me gusta cubrirla previamente con papel de cocina para que no quede ni una sola miga en el fondo.
Repartimos con los dedos la pasta de galleta presionando por todas partes para que quede al mismo nivel. Llevamos el molde a la nevera mientras preparamos la crema de arándanos.
En un cazo calentamos la nata. Hidratamos la gelatina humedeciéndola un minuto en un plato con un poco de agua caliente y la añadimos. Removemos hasta que esté completamente disuelta y separamos del fuego.
Vertemos la nata con la gelatina disuelta en un bol y añadimos el queso, el yogourt, la esencia de vainilla y el azúcar. Mezclamos bien con varillas.
En una sartén ponemos a calentar el zumo del limón y los arándanos. Lo dejamos unos diez minutos a fuego medio, hasta que veamos que los arándanos empiezan a soltar parte de su zumo y están cocidos. Cuando haya enfriado añadimos la mitad de los arándanos con su zumo a la mezcla de queso y lo removemos delicadamente, para después verterlo sobre la base de galleta.
Para acabar incorporamos el resto de los arándanos por encima tratando de que quede "marmoleado" es decir, no uniforme. Para acabar alisamos la superficie con una espátula.
Dejamos reposar nuestra cheesecake de arándanos en el frigorífico unas 2 ó 3 horas. La desmoldamos con cuidado y la presentamos en un bonito standcake.
Si queréis que os quede más alta aún, con doblar las cantidades que hemos indicado para hacer la crema de queso y arándanos listo!