Seguramente habréis visto más de una vez este tipo de tartas en dos alturas, con su cobertura de crema, y su decoración romántica. Una tarta para princesas que parece de mentira.
Pues bien, hoy vamos a ver cómo se hace una layer cake, o una tarta en capas.
Hace no demasiado tiempo publicaba una preciosa tarta en dos alturas para celebrar el aniversario de Mandising. Tenía claro que los colores serían en rojo y el azul marino, me parece una combinación muy bonita, y no dudé en utilizar unos corazones rojos que son como Lacasitos y que compré en una tienda de la calle Goya en Madrid.
Lo que no imaginaba es que esa tarta la iba a ver una niña que se llama Sofía, y que se iba a enamorar de esos corazones. La verdad es que son preciosos!
Así que cuando pensé en una tarta para su fiesta, todo giró en torno a ellos. Lleva el clásico bizcocho, con varias capas de ganache de chocolate, y está cubierta con un suave buttercream.
Creo que la llamaré Sofia's layer cake, porque le va muy bien!
El color rojo marcó la estética del pastel, y como quería conseguir un resultado elegante y delicado, pensé en que no debía llevar ningún otro color más que el de la crema de merengue suizo y mantequilla a la que soy adicta.
La mayoría de los buttercream para layer cakes llevan kilos de mantequilla y azúcar. No voy a decir que esta tarta tenga una cobertura ligera, pero no cabe duda de que el merengue la suaviza en sabor y en textura.
Vamos a empezar por el principio, y os voy a enseñar paso a paso, como conseguir una layer cake bonita y que esté muy rica.
Empezamos por los bizcochos y su relleno. Para esta tarta, he vuelto a utilizar tres bizcochos. Uno alto, en un molde de 8 cm del altura por 15 de diámetro, y los otros más bajos y pequeños, para la parte de arriba.
Ingredientes:
- 6 huevos
- 180 g de azúcar.
- 170 g de harina Santa Rita especial bizcochos.
- 200 g de nata 35% mg.
- 250 g de chocolate de cobertura.
- 20g de mantequilla.
-sal
Preparación:
Separamos claras de yemas. Batimos las claras a punto de nieve, incorporamos después el azúcar y luego las yemas y batimos suavemente. Añadimos finalmente la harina y un poco de sal, y seguimos batiendo hasta integrar, pero procurando que no se baje la mezcla, así que lo haremos con cuidado y tranquilamente. Engrasamos el molde alto con mantequilla y lo llenamos 2/3 de su capacidad. El resto de la masa la reservamos.
Lo dejamos en el horno, mejor en la mitad, durante unos 45 min. a 180º, con calor arriba y abajo. No abráis el horno hasta el final!! si no el bizcocho puede bajar. Eso es algo muy esencial, pero prefiero recordarlo para los más inexpertos.
Otro consejo; al desmoldar colocadlo boca abajo. La parte de abajo es más perfecta y más lisa para decorar.
Para elaborar el ganache de chocolate vertemos la nata en un cazo y la calentamos, cuando hierva añadimos el chocolate en gotas, o en trozos, una pizca de sal, y removemos. Cuando esté integrado pasamos a un bol, reservamos y cuando haya templado lo metemos una media hora en la nevera para que sea fácil de extender.
Mientras preparamos los otros dos bizcochos. Aun tenemos el horno caliente, nos aseguramos de que vuelva a alcanzar los 180º mientras vertemos la masa que nos había sobrado repartiéndola en partes iguales. Mis moldes eran de 12 cm de diámetro por 4 de alto. En 30 minutos estarán listos al ser más pequeños. Vamos ahora a ver cómo se rellena un layer cake.
El bizcocho más grande lo dividí en tres partes con la ayuda de este cortador especial para bizcochos, se puede calibrar en altura y resulta muy cómodo, pero si no disponéis de él para este tamaño de tarta os irá fenomenal un cuchillo jamonero, largo y plano.
Lo cortáis en tres, decía, y separáis las capas marcando de alguna forma el punto donde encaja cada una, para que al montarlas nos quede igual que al principio. Si no prestáis atención a este detalle, puede que el bizcocho, una vez montado, no quede equilibrado.
Para los más perfeccionistas, existe un truco para conseguir las capas de ganache de chocolate de idéntico grosor. Consiste en aplicarlo con un dispensador de helado, por ejemplo dos bolas. Así me va a quedar la misma cantidad siempre.
Llevamos el bizcocho unos veinte minutos a la nevera para que el chocolate endurezca un poco y no lo arrastremos al aplicar la crema.
Para el buttercream necesitamos:
- 3 claras de huevo. Ojo los huevos a temperatura ambiente.
- 170 g de azúcar.
- 200 g de mantequilla punto pomada. Ni dura, ni derretida. Dejadla un par de horas fuera de la nevera.
Montamos las claras con el azúcar para conseguir un merengue, liso y duro. Se puede hacer con unas varillas eléctricas, pero yo lo hago con Thermomix. Programamos 4 minutos a velocidad 3,5 y 50º y con la mariposa. Luego dejamos otros 4 minutos sin temperatura. Abrimos el vaso y dejamos templar.
Es importante que todos los ingredientes estén a la misma temperatura para que la crema no se corte. Cuando el merengue esté a la misma temperatura que la mantequilla empezamos a añadirla poco a poco mientras batimos, bien con varilla, bien con la Thermomix a vel 4. Con una cuchara de madera, el acero es más frío... pasamos la crema a un bol que esté templado (yo lo dejo unos minutos con agua caliente, y luego lo seco), y dejamos enfriar una media hora en la nevera.
Luego empezamos a extender con una espátula como la que veis sobre el bizcocho grande la primera capa de crema, que se llama capa de sellado, pues nuestro objetivo es sellar las migas. De forma que al aplicar la segunda capa lo hagamos sobre una superficie de crema lisa sin arrastrar ninguna. Esta capa de sellado suele ser más fina, pero por cubrir bien el ganache de chocolate la hice algo más gruesa.
Sobre la base cubierta, se coloca un bizcocho pequeño, una capa de ganache de chocolate y el otro bizcocho, lo llevamos a la nevera para que enfríe un poco el chocolate y repetimos los mismo pasos de antes.
Una vez selladas las migas, también de la parte de arriba, aplicamos una cantidad generosa de crema y comenzamos a alisarla con la espátula en vertical girando y girando. Hay stand cakes giratorios pero por el momento no he llegado al extremo de hacerme con uno. No tengo intención de especializarme en layer cakes, aunque reconozco que hacerlos es divertido.
De esta manera, la que voy girando al rededor de la tarta soy yo misma. Cada vez que hacemos una pasada retiramos crema al alisar.... limpiamos la espátula y seguimos de nuevo. Normalemente se hace de abajo a arriba. Si queréis ver una demostración de cómo se cubre una tarta en capas, no debéis perderos el video tutorial de Sweetapolita, además es muy relajante y bonito, y yo no os lo iba a poder explicar mejor!!
Llega el momento de la decoración del layer cake. En mi caso, que no soy ninguna experta, me ayudará a cubrir imperfecciones. Aunque una tarta imperfecta tiene el encanto de lo hecho en casa, y de forma artesana.
Primero colocamos los corazones alrededor del bizcocho pequeño. Y luego pasamos parte de la crema a una manga pastelera, yo he utilizado la boquilla nº 1 de Wilton para hacer unos adornos en la base que luego cubrí con azúcar metalizado de color rojo. Finalmente hice unas decoraciones con crocks de azúcar de color blanco. En el bote venían tres colores, así que con mi santa paciencia separé los blancos de los demás... y ya que lo menciono... si no gozáis de esta virtud, podeís prescindir de abordar una tarta como ésta. Es apta para todos los públicos pero es labor que ha de tomarse con tranquilidad.
Ya sabéis que podéis preguntarme todo lo que queráis por e-mail o en comentarios. Y si os lanzáis con estas tartas tan bonitas, enviadme vuestras fotos, me gustará ver de qué habéis sido capaces con ilusión y con empeño.
Beatriz Tobegourmet.