Sólo hay una cosa en el mundo dulce que competir con mi pasión por el chocolate; el toffe, el dulce de leche, el caramelo hecho en casa..... De hecho, el summun de lo irresisible lo encuentro en los chocolates con caramelo y sal. Eso es para mí lo más de lo más.
Cuando encontré, hojeando una revista de cocina, esta receta de tarta de toffe con caramelo no me lo pensé dos veces y la preparé ese mismo día, con gran éxito por cierto. Solo que aquella vez estaba más inspirada con el asunto de los hilos de caramelo y me salió algo mejor. Esta vez me han quedado menos finos de lo que pretendía, pero es sólo mi segunda vez. Habrá que seguir practicando.
Los que me seguís en Instagram donde no dejo de lamentarme de la dieta que sigo estos días, para compensar los excesos de las últimas cenas y comidas, no penséis que he cambiado de idea. Este postre exquisito se lo llevé a mi madre el fin de semana. Uno de los obsequios con que Nestlé nos agasajó en su primer evento con bloggers en Barcelona, para el que fui seleccionada con otros cuatro compañeros, fue un porta tartas que me está viniendo estupendamente.
Es un mamotreto de cuidado, pero tengo bastante sitio en la despensa, y aunque ocupa una balda él solito se lo merece absolutamente. Es mi ángel de la guarda; ese que cuida de mí y de mi 90-60-90 (es broma) alejándome de los postres más tentadores y llevándolos bien lejos de mi casa.
La receta está corregida, da una rabia que te mueres encontrarte fallos en las formulaciones, por eso es muy importante acudir a fuentes de confianza cuando se va a preparar una receta, más aun si la cosa no queda en casa y pretendemos quedar bien con amigos o familiares.
Yo tengo mis libros infalibles, no todos lo son, y sigo a algunos blogs también infalibles. El mundo de las recetas de revistas es otra cosa, para mí son fuente de ideas o inspiración, pero ya cuento con que debo cuestionar siempre las medidas.
Así que ésta es la receta perfecta de la tarta de toffe y caramelo con la que llegaréis sin problema al resultado de la foto.
Ingredientes:
- 250 g de harina de Repostería ( Harinas Santa Rita )
- 125 g de mantequilla en pomada ( blandita )
- 2 huevos.
- sal.
- 750 g de leche.
- 175 g de azúcar.
- 6 yemas de huevo M.
- 90 g de Maizena.
- Piel de limón.
- Una rama de canela.
- 200 g de azúcar.
- 70 cc de agua ( 1/3 del azúcar)
- 100 g de nata.
Preparación:
En primer lugar elaboramos la masa brisa (también podemos comprarla). Batimos la mantequilla con los huevos hasta tener una crema homogénea, añadimos la harina poco a poco, la sal, y vamos mezclado sin amasarla demasiado, lo justo para conseguir la masa y punto. Para acabar la guardamos en la nevera una media hora envuelta en film transparente. La horneamos 15 minutos a 180º en un molde redondo, y la cubrimos con un papel sulfurizado y algo de peso (unos garbanzos por ejemplo; yo luego los guardo para otras ocasiones, llevo usando los mismos más de dos años).
En segundo lugar preparamos la crema de yemas y canela. En un cazo calentamos la leche con la piel de limón y la canela. Cuando rompa a hervir la retiramos y esperamos a que esté templada.
Batimos las yemas con el azúcar, luego incorporamos la harina y batimos nuevamente. Para acabar añadimos la leche colada poco a poco y removiendo. Cocemos esta crema hasta que espese y dejamos templar. Finalmente con ayuda de una espátula dejamos la crema bien enrasada para que quede una superficie lisa e igual.
Si usamos Thermomix batiríamos las yemas con el azúcar en vel 3. añadimos la harina y batimos en vel. 4. Ponemos la vel 3 de nuevo y temperatura Varoma mientras en movimiento vamos añadiendo la leche por el vocal. Cuando la hayamos vertido toda programamos Varoma, 9 minutos, vel 4 y medio.
En tercer lugar hacemos el toffe. Preparamos un caramelo poniendo a calentar el azúcar y el agua a la vez a fuego medio y "sin mover" esperamos a que tome un color dorado. Lo podemos remover antes para mezclarlo bien antes de poner al fuego, luego no lo podremos tocar o lo estropearemos.
Dejamos que baje un poco la temperatura y añadimos la nata caliente. Removemos y dejamos templar. Cuando haya perdido un poco de temperatura se lo añadimos a la tarta, repartiéndolo de forma uniforme.
Si nos animamos a decorar la tarta con hilos de caramelo basta con preparar un poco más con otros 100 g de azúcar y 30 de agua. Cuando esté casi empezando a solidificar tomamos un poco y con la ayuda de dos tenedores lo empezamos a estirar jugando en el aire con ellos.
Si queréis perfeccionar la técnica encontaréis muchos tutoriales en internet simplemente buscando cómo hacer hilos de caramelo.
El resultado en cualquier caso es una tarta preciosa, además de dulce y original por su combinación de dos capas, la de yemas y la de caramelo, que se distinguen perfectamente en el corte y su fusionan en la boca dando lugar a un irresistible sabor para los más golosos.
Beatriz Tobegourmet.