El sábado pasado volví a hacer las maletas por vez doscientos cincuenta, pero no me importó nada. Cuando Iván de "Nobel" me llamó para proponerme acudir al Retiro a firmar nuestro libro, como los escritores de verdad, no me pude negar.
Reconozco que no puedo estar más contenta con este proyecto tan chulo, y llevar de la mano a "Estilo es tu mesa" por aquí y por allá es a la vez placer y a la vez responsabilidad.
Es mi primer libro, y como al primer hijo se le mima mucho y se le consiente todo.
Hacía verano de verdad, la tarde del sábado en Madrid. Botella de agua y boli; que se me volvió a olvidar...... creo que no he llevado mi propio bolígrafo ni una sola vez a ninguna firma. Siempre me lo acaban prestando o similar.
En San Sebastián una lectora me regaló el suyo, con cristalitos de colores incrustados, que había comprado en un viaje a la India (toma ya!...) para que no me volviera a faltar.
Pero no hay forma; en Madrid pillé al vuelo uno de publicidad de ING en casa de María, que luego se me volvió a olvidar sacar del bolso.
Pablo me ofreció el suyo enseguida. Creo que ésto ya no lo voy a cambiar, seguro que trae suerte. :)
La feria estaba animadísima. Gente arriba y gente abajo, familias, turistas, grupos de amigos, lectores empedernidos que no se pierden una, y curiosos paseando y picoteando aquí y allá.
Nosotros estábamos en la caseta 267, creedme que tardé veinte minutos en llegar hasta ella desde la entrada de O'Donnell. Además de ser un desastre con los bolígrafos y también con los clinex (que contra mi voluntad nunca llevo), soy una negada para orientarme e interpretar los planos y mapas, por eso entré a la Feria justo al revés.
Por fin encontré mi lugar y enseguida nos pusimos manos a la obra. Por cierto! Me llamó mucho la atención el interés que encontré por nuestro libro esta vez por parte del público masculino. Hasta ese día me había visto más bien rodeada de chicas pero por fin aparecieron ellos, que haberlos haylos... aunque más tímidos.
Eso sí, se iban más a hojear las páginas de recetas que las de ideas para poner la mesa, con lo cual amigas mías.... aun tenemos camino por recorrer!
Mi hijo de catorce años, que se había citado en la feria con un amigo de Madrid, me dio plantón absoluto. Prefirió unirse a una cola inmensa y larguísima para visitar al autor más solicitado esa tarde. Y no, no era un señor con su Premio Planeta o Premio Nadal, qué va! Mi hijo aun no juega en esa división como lector.
Se trataba de "Wismichu", y no, tampoco es un autor chino ni japonés. Es un Youtuber veinteañero que lo está petando, y tiene su libro of course. Los tiempos están cambiando!!
Yo lo intenté de veras con "Los cinco" y "Los Hollister" que a mí me habían parecido lo más, pero me mandaron a freír churros.
Por favor, decidme que no soy la única romántica que ha pretendido que a sus hijos del siglo veintiuno le gustara Heidi y Pedro y les ha comprado, absolutamente de balde, toda la colección de libros y deuvedés de Barrio Sésamo.
Gracias! Es un alivio. (En las fotos de arriba y abajo ya con mi boli de ING, bueno, mío mío no )
A cambio de su momento con Wismichu el domingo llevamos a los niños al Prado, y por supuesto les enseñamos otras obras de arte que, en su estilo, también forman parte de nuestra historia, como los neones protegidos Shweppes, el Tio Pepe... y ya de paso la Puerta del Sol y el reloj con el que cada año nos comemos las uvas y ..... "la mega cena de mamá que cocina que te mueres, en la mesa con estilo que pone siempre la abuela".
Eso sí, este año por Navidad cantaremos todos juntos eso de "Wismichu a merry christmas..."
Lo sé.
