Si afirmo que al menos 70 millones de personas en el mundo fotografían comida habitualmente lo más probable es que me quede corta, y ésto es cosa seria.
El tema ha venido in crescendo con el boom de los blogs gastronómicos y la omnipresencia de los smartphones en la vida diaria. En 2012 la cantidad global de suscripciones a móviles activas alcanzó los 6.700 millones; casi la misma cifra que la población mundial. Se estima que 4.300 millones de individuos tienen un teléfono móvil por lo menos.
El 83% de los teléfonos del mundo disponen de cámara. Esto lleva a pensar que al menos 3.500 millones de móviles se encuentran tomando fotografías diariamente de .... uno mismo (selfie), de.... un gato, de un perro, de un bebé, de una playa con palmeras, y por supuesto de "el plato super yummy que me voy a comer".
Si cualquier ciudadano de a pie es capaz de fotografiar una media de, pongamos, 50 platos de comida al año. Qué decir tiene lo que son capaces de fotografiar quienes se dedican a ello en cuerpo y alma: la nueva tribu urbana de los blogueros o tuiteros gastronómicos.
Y como uno aspira a hacer cada vez las cosas mejor, han proliferado los cursos de fotografía y estilismo gastronómico.
Pues bien, en atención al resto de la población mundial, que o bien no es blogger, o bien no se puede permitir costearse uno de esos cursos y además se encuentra tirando a muy verde en el asunto, vengo dispuesta a impartir un curso express completamente gratuito de fotografía básica.
Dedico este curso a mi marido, al que llevo casi veinte años repitiendo las mismas consignas a la hora de tomar la instantánea vacacional de turno sin éxito alguno, y con resultados penosos. Dicen que querer es poder, ergo no querer.....
"Como hacer una fotografía y que no sea un desastre":
COMPOSICION:
1.- Todos, o casi todos, nacemos con pies y cabeza. Respétalo; haz que todo el mundo sepa que los tenemos y trata de que aparezcan completos en la foto.
2.- La claustrofobia adopta muchas variantes. Hay quien le resulta muy turbador contemplar una fotografía donde el objeto, pongamos tu novia estupenda, no tiene aire ni por arriba ni por abajo, como si estuviera encerrada en un cajón. Déjale un poco de espacio, como si estuviera viva, para que se pueda estirar.
3.- Coge un folio y colócalo en horizontal. Traza un aspa. Ves el punto central en que confluyen las líneas? Nunca coloques ahí el objeto principal de la fotografía. Hay una fuerza interna, que nos atrae hacia ese punto como si fuera un poderoso péndulo que nos hipnotiza. Pasa de péndulos y de historias y coloca al modelo a la izquierda o a la derecha del fatídico punto de la equis. Suerte! hay gente que no lo consigue nunca.
LUZ:
1.- El sol se mueve, eso ya lo sabemos todos. Bien, hay veces que te lo vas a encontrar delante, otras detrás, otras a un lado, y otras al otro lado. No da lo mismo. El sol delante de tí hace que tu objeto a fotografiar salga mucho más oscuro. Pero ésto es como lo de la playa y la protección solar; si lo que tienes delante es un poderoso resol o una gran claridad, estamos igual. Solución: usa flash.
2.- El todopoderoso flash. Han sido muchas las veces que paseando por la noche por mi querida playa de La Concha en San Sebastián, he estado a punto de interpelar a un "fotógrafo" que se disponía a inmortalizar la Isla de Santa Clara a golpe de flash. Eso era cuando la sorpresa de que todo había salido negro se la llevaba uno al revelar. Ahora por suerte, el fatídico resultado se puede comprobar en el acto.
Algunos lo repiten una y otra vez porque no saben por qué la foto no sale, o llegan a pensar que su cámara ha petado. Atribuyen super poderes a su flash y creen que puede llegar a iluminar a un objeto que está a medio kilómetro. Pero no. El alcance de tu flash es el que es.... unos cuantos palmos.
LOS DAÑOS COLATERALES: ( Piénsatelo dos veces antes de disparar).
1.- Sé que el objeto principal a fotografiar es el centro de atención pero.... salvo que fotografíes en un estudio, alrededor siempre pasan cosas; cosas que suceden precisamente cuando uno desenfunda la cámara para disparar. Es importante estar entrenado para detectarlas y esperar;
Caso 1) Posado en la playa: se te va a meter en la foto un niño con una supercolchoneta amarilla, o alguien con sobrepeso que ocupe un tercio de la toma. Espera.
Caso 2) Posado ante un monumento: Si es verano aparecerá gente con mochilas, otros turistas fotografiando lo mismo, un grupo organizado... Espera.
Si es invierno los plumíferos rojos y blancos se llevan la palma. Surgen como setas alrededor del objeto fotografiado. Nuevamente espera.
2.- La tierra es redonda. No desafíes esa teoría científicamente comprobada con una instantánea donde el horizonte no sea una línea recta perfectamente paralela a los bordes horizontales de la foto. Esto sirve también para farolas, paredes.... si en la vida real surgen perpendiculares al suelo, deberías captarlo así.
3.- La peineta o el tocado. El ojo fotográfico se educa con la práctica, y éste punto es uno de los más difícil de conseguir: Si tu modelo no lleva sombrero, peineta o tocado.... no se lo coloques. Evita plantas, extintores, farolillos, banderas, que aparezcan en la instantánea justo encima de su cabeza. Desplázate a izquierda o derecha.
Todo lo anterior es perfectamente aplicable a la fotografía gastronómica. Las mesas rectas, la comida iluminada, y con aire a su alrededor para que respire... como si fuera humana. Y salvo que quieras hacerte un autorretrato evita salir reflejado en la cuchara.
Beatriz Tobegourmet.