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El bocadillo perfecto para las noches de fútbol.

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El fútbol manda y decide si salimos o nos quedamos, si venimos o vamos. Es un hecho y hay que aceptarlo. Nos guste o no, si hay fútbol hay plan de tele y cena en casa, fácil y rápida para no perderse nada. 
Dejando al lado el de jamón ibérico de bellota, que evidentemente se lleva la palma, para nosotros este es el mejor bocadillo del mundo para ver un partido, y para muchos sábados antes de salir, cuando andamos con prisa pero queremos tomar algo rico para cenar.

Es el famoso bocata de la Bodega Donostiarra. Un bar situado en Gros, en San Sebastián, donde se come "tomate del bueno", tortillas tamaño individual hechas al momento, y se disfruta siempre de un buen ambiente y un servicio cordial. 


Como no cierra al mediodía vamos un montón en verano, tras el último baño, a las cuatro de la tarde, cuando ya no te dan de comer casi en ninguna parte y por supuesto nos lo pedimos porque nos encanta.

La materia prima que usan es la clave, ya que por lo demás es algo bien sencillo. Por eso, porque es muy fácil, muchas veces lo hacemos en casa; aunque no por ello dejamos de ir a tomar el auténtico, el que nos sirve de inspiración para solucionar tantos días la cena...

....Y para esas noches de Real Madrid-Barcelona, con seis señores gritando en el sofá que no se conforman con aceitunas y patatas.

Y es que hay quien prefiere ver el fútbol en solitario para concentrarse al máximo, o quien necesita estar acompañado de toda la panda para vibrar igual que si estuviera en el estadio.
Nuestro caso, bueno no el mío personalmente, sino el de mi casa, es el segundo. Así que suele tocar  levantarse y preparar algo, y desde hace tiempo, éste es el bocadillo de las noches de fútbol.



Los ingredientes están a la vista. Pero ojo! como he dicho antes la calidad es indispensable.

Así que necesitamos:

- Un buen bonito del norte en aceite de oliva, ni atún, ni bonito en otros aceites.
- Anchoas de las buenas, sin espinas, no demasiado saladas.... vamos con pedigrí.
- Piparras encurtidas, muy típicas del Pais Vasco, pero que venden en los Supermercados.
y...
- Pan de panadería, del de toda la vida, nada de cosas precongeladas.



Mis conservas de cabecera son las de Olasagasti y por muchos motivos. No todos los bonitos en aceite de oliva virgen son iguales, aunque uno pueda pensar que ha de ser así. Y a mí me gusta, a poder ser, saber de dónde viene lo que me estoy comiendo, cómo se ha tratado, dónde se ha envasado, y si todo ello se ha llevado a cabo a orillas del mar Cantábrico... está claro que es otra historia!

La familia Orlando lleva cuatro generaciones dedicándose a las conservas de pescado, los conozco desde pequeña, y tienen toda mi confianza. No me obsesiono con el Km 0, porque es una tontería renunciar a comer lo que no tenemos cerca. Pero también lo es no prestar atención a lo nuestro, a lo que tenemos al lado, al pequeño productor, a lo artesano.




Y así es como hacemos en casa este delicioso y a la vez sencillo bocadillo. Para las noches de fútbol es perfecto, o para cuando tenemos el capricho de apretar con las manos un pan rico, oír su crujido e hincarle el diente a esa fórmula tan donostiarra que compone el bonito del norte con la anchoa y la piparra. 

Las cantidades a gusto de cada cual, más o menos de lo uno o de lo otro. Hay quien le gusta con muchas piparras y yo por ejemplo le pongo sólo tres. Y lo mismo con el pan, yo lo prefiero estrecho y largo y si es un bollo grande mejor, mientras que a otros les gusta que sea más ancho y que esté cortado por la parte central. En cualquier caso, más fácil es imposible, y es que ....

El mejor bocadillo es muchas veces el más sencillo!





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