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Instragram y "El saber estar digital".

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El pasado miércoles 4 de noviembre presentamos el libro "Estilo en tu mesa: Ideas y recetas" en la librería Santos Ochoa en Logroño

Tranquilos, aunque este año aun nos queda Oviedo y Bilbao no os voy a "spamear" haciendo una crónica de lo que suceda en todas y cada una de las ocasiones que me siente a hablar de mi libro.
La de Barcelona me apeteció contarla por ser la primera, y la de San Sebastián por ser mi ciudad, y la más emocionante sin duda al lado de Elena Arzak.

De ésta no pensaba mas que dejar alguna imagen en Twitter, Facebook, o Instagram, pero creo que os va a resultar muy interesante lo que os voy a contar. Tras su lectura, es probable que más de uno cambie algún hábito o costumbre; porque "señores y señoras" el saber estar tal y como hasta ahora lo conocemos nos puede abandonar por completo, como aquel desodorante, si no nos instruimos además en el saber estar digital. Y de eso sabe mucho mi amigo y compañero de mesa en la imagen: Juan Boronat, experto en marketing digital y director creativo en "The kreative room" y "La diferencia creativa".



Como hacía mucho tiempo que no nos veíamos quedamos una hora y media antes de la presentación para ponernos un poco al día. 

Juan es un fenómeno, y ante mi café y el suyo, enseguida vi clarísimo que la mejor manera de aprovechar el escaso tiempo que puedo pasar con él, era hablando de lo suyo y no de lo mío; escuchando sus teorías, sus opiniones y sus pálpitos sobre el mundo de la comunicación, el marketing y todo lo digital. Así que delante de aquel café olvidé por completo mi libro y llegué a la firma como si viniera de un curso intensivo. 

Allí, ante lectores del blog, interesados en gastronomía, y un nutrido grupo de amigos, Juan Boronat se descolgó con que nos traía una receta. Y yo hasta pensé que se había preparado algo, pero no, hablaba de la receta del éxito. Y por lo visto se estaba refiriendo a quien estaba a su lado, un poco perpleja por lo que estaba escuchado. 
Ingredientes: Calidad, creatividad, talento y personalidad. Eso fue lo que dijo, y parecía hablar en serio. 

"Actualmente sólo un 1% del contenido que encontramos en internet es nuevo" y Juan defendía que Tobegourmet estaba dentro enlazando entonces con el ingrediente personalidad (originalidad).




Me voy a abstener de contar el resto, porque es evidente que no me corresponde y que quedaría un poco feo, así que sólo diré lo mismo que le dije bajo esta foto en mi Instagram: "Millones de gracias Juan, por hacerlo tan bonito".

Y en este punto es cuando paso a hablar precisamente de esa cosa de Instagram:"La red social". Porque aquí mi oráculo digital, dice que twitter está muerto y que Facebook le seguirá. 
Incluso que dentro de algunos años todas las RRSS tal y como las conocemos desaparecerán, más aun, que no es impensable que la digitalización la llevaremos no encima, sino dentro, como los implantes. 

Mientras tanto, vienen tiempos en que nos vamos a ir viendo bastante los unos a los otros a través de esta red visual, la red de Instagram. Una red amable, donde "everything is awesome" como cantaban en la LEGO película (todo es maravilloso) y además a poder ser en ingles.

Porque en Instagram no decimos buenos días sino morning!, y no decimos sabroso sino Yummy! y así con todo.




De eso habla, muy pero que muy bien, el autor de uno de los libros que ahora estoy leyendo "No me dejes" (novela ambientada en París) que es Maxim Huerta, en un post tan ingenioso como satírico  que titula "Instagram para modernos" que podéis, y debéis, leer AQUI

( pero luego regresad eh! no me dejéis y os larguéis con Maxim ).

Una red, instagram, que es una auténtica ventana indiscreta, donde un alto porcentaje de usuarios profesionales añaden a su galería contenidos personales y no sólo los relacionados con su actividad (decorador, arquitecto, ilustrador, bloguero, cocinero, actor, vendedor de motocicletas) Retratando su día a día de una forma más íntima, a la que Facebook no invita.

Esta red no es tan popular como Facebook y su funcionamiento es diferente. No obstante, tal y como comentábamos al principio, Instagram es nuestro futuro inmediato y a donde acabará yendo a parar buena parte del público de Facebook, (donde ahora mismo no hay más que ruido y poca novedad según Boronat).

Los que estamos en estas cosas de las RRSS desde hace más o menos tiempo empezamos a detectar esa migración, y comprobamos la inocencia con que se comportan algunos perfiles de andar por casa, a los que se debería poner al día para evitarles sonrojos y algún patinazo que les llevaría a buen seguro, de ser conscientes, a entonar el conocido "trágame tierra".

A ellos, va dedicado este manual de cómo manejarse en Instagram y sobre el saber estar digital.




1.- El perfil y la foto.

En Facebook no es importante, pero en Instagram es útil escribir una pequeña bio, para que el que nos encuentre, se haga una idea de lo que estamos publicando y cuál es nuestra línea. Hay quien lo hace en inglés, yo lo veo bien. A través de un hashtag nos pueden contemplar desde cualquier parte del mundo y está bien presentarse. Luego hablaremos de ellos; las famosas palabras que siguen, (ojo! sin espacio), al símbolo de la almohadilla #.
La foto es otra tarjeta de presentación. Los perfiles sin identificar no gustan, no son de fiar, como en la vida misma. Son de personas que no dan la cara, o que pasan por allí sólo para curiosear. 
A veces sigo cuentas porque el avatar ya expresa mucho de lo que voy luego a poder encontrar. Elegir un buen avatar es importante.


2.- Seguir.

En Facebook nos dirigimos a otro perfil con quien deseamos compartir contendidos y le cursamos educadamente una petición con el "Añadir a mis amigos", o sea damos necesariamente la cara. 
Pero en IG, que así se conoce esta red, la cosa es bien distinta, la mayoría de los perfiles están al alcance de un clic. 
No vayáis a pensar, no obstante, que se puede andar entrando en la casa de uno sin llamar, sólo por que la puerta esté aparentemente abierta. Hay que ser educados, y si no lo somos, en el mundo 2.0 se nos van a ver las costuras.

Eso mismo es lo que le puede suceder al vecino del tercero con el que no te cruzas palabra, pero que se muere por saber qué pasa detrás de las paredes de tu casa y en tu vida en general, si desconoce que cuando hizo clic sobre la tecla "Seguir" el seguido recibe en ese mismo instante una notificación que reza: "fulanito (o sea, tu vecino del tercero) te está siguiendo". 
Esto es visible al chequear las interacciones en el icono de corazón situado bajo las fotos, a la derecha. 

El sistema es parecido a Twitter, pero claro, los nuevos instagramers no han pasado antes por allí y esto les resulta absolutamente desconocido.
Si coincide que fulanito no publica ni una foto en su recién inaugurado perfil y que lo usa como telescopio pensando que nadie le ve, se convierte en el cazador cazado para el que ha recibido la  señal  "Fulanito2015  ha comenzado a seguirte" o lo que es lo mismo "fulanito quiere enterarse de lo que haces".

Con esta migración a la que me refería, sabiendo que Instagram recopila muchas imágenes personales, y si nadie le pone remedio, los fulanitos que sisan momentos íntimos de la vida ajena pensando que nadie les ve pueden multiplicarse como champiñones. Si ante los ojos de los demás queremos mostrarnos discretos, en Instagram, como en las distancias cortas, es donde un individuo, se la juega.


3.- Dejar de seguir.

El propio Instagram no lo ofrece, pero existen aplicaciones gratuitas que permiten conocer al instante quien ha decidido que ya no le interesas. 

- Puede ser porque tus publicaciones no eran lo que esperaban; a veces el mosaico de instagram es heterogéneo y alguien ha podido llegar a tí por que cuando fuiste de viaje al Caribe empezaste a publicar playas y puestas de sol como si no hubiera un mañana, pero cuando regresas a casa y tus fotos vuelven a ser las de siempre, (en nuestro caso comida) se va en busca de nuevas sensaciones a otros perfiles. Se recomienda mantener un Instagram lo más homogéneo posible.

- Otros te dejan de seguir porque han empezado a hacerlo esperando ser correspondido. Esto también sucede en Twitter.  "Si te me sigues te sigo". Es absurdo pretender medrar así en una red social.

- Y luego está el caso de nuestro querido fulanito, el del tercero, que como el otro día en el ascensor le pisaste el juanete sin querer, no vio el momento de llegar a casa y dejarte de seguir pulsando el recuadro verde que indica "Seguidos" para desactivarte de un clic. El famoso fulanito empieza a mostrarse sin ser consciente, bastante patético; claramente "no sabe estar".
Con la aplicación que comentábamos el nombre de fulanito aparece en el listado "unfollowed me" que se actualiza al instante. Se llama "Followers" y la tenéis en la AppleStore
Si en la vida real no actuamos por impulso, es bueno saber controlarse también en el mundo digital.


4. Cuidar las formas. Ser honesto.

En las redes sociales hay que cuidar las formas igual que en el mundo real. Ser coherente con los actos, no se puede freír un perfil a likes, (lo que equivale a ser un plasta). Si no discriminas lo que te gusta de lo que te resulta más indiferente, no tienes credibilidad.
Pensar bien lo que se va a escribir antes de dejar un comentario. Los post de Instagram se pueden editar, y por tanto rectificar, pero los comentarios no.

Al igual que en Twitter y Facebook (aunque en la primera red social es bastante poco eficaz) En Instagram existe la opción bloquear. Así que si te molesta tu fulanito particular, u otros menganitos que te vayan surgiendo te los puedes sacudir sin ningún problema. El resultado es que tu galería y tu perfil se convierte en invisible. La aplicación "Followers" te dice también si tienes o no algún bloqueo.




5.- Para todos los gustos. Perfiles psicodélicos y surrealistas.

De nuevo esta es una galaxia que nada tiene que ver con Facebook. Si en twitter, como en el mundo real, hay un pequeño porcentaje de personas desequilibradas lanzando tuits como si fuera un ejercicio de liberación de tensiones recetado por el sicoanalista, (los avatares son de lo más variopinto y nunca coinciden con el sujeto en cuestión), en Instagram esto sucede acompañado de galerías fotográficas que van en consonancia con el perfil.
Por temporadas surgen followers que le ponen a uno los pelos de punta; si no te agrada que te siga un tigre de bengala, o una foto de Bruce Lee que publica cosas muy muy raras, el bloqueo funciona y es eficaz. Hay bios (o descripciones de perfil) que son verdaderas paranoias.
Esto sucede porque Instagram no es una red de "amigos" como lo es Facebook, sino es que un escaparate donde cada cual expone lo que más le motiva, o lo que simplemente le apetece, y donde podemos localizar perfiles de lo más estrafalario. 
En todo caso el motivo fundamental de que te sigan es para que les sigas, puedes dormir tranquilo. O bien son máquinas; no atienden ni siquiera a perfiles detrás de los cuales haya alguien real.


6.- Soy feliz y todo en mi vida es una maravilla.

Parece que nos hemos puesto de acuerdo en que en Instagram todo es felicidad y alegría y por no llevar la contraria todos nos vamos sumando a la tendencia.
Tal el es caso que a veces mi madre piensa que le engaño cuando le digo que me encuentro fatal, que he tenido un disgusto enorme, o que estoy agotada. Si, ese es otro punto a tratar... "qué hacer si tu madre te sigue en el instagram" (y no vale bloquear porque queda muy feo), cuando tenga la respuesta escribiré otro post....

Esa foto del bizcocho de chocolate con el pie de foto "la tarde promete" unida a los hashtag #chocolatelovers #nicemoments #happy ..... parece indicar que pasas por un momento muy dulce, cuando en realidad puede ser la peor tarde de tu vida. 
Aquí sucede como en el cine o en el teatro; somos profesionales y hacemos nuestro trabajo: comunicar o difundir contenidos gastronómicos. Muchas veces irán en sintonía con nuestro estado de ánimo, y otras no. 
La gente acude a Instagram para ver y leer cosas bonitas. Las reflexiones en tono positivo, o abriendo un debate constructivo son interesantes. Para reivindicaciones y quejas mejor Facebook... y así le va.

Los hashtag colocan automáticamente tus imágenes en carpetas por temas donde otros instagramers acuden en busca de información gráfica, o inspiración. Aunque como se van creando sólos por los propios usuarios de la red, se pueden encontrar uno de todo: #yatelodijeynomehicistecaso, #éstomepasaporlisto #aunnoheempezadoconlamaleta,  donde probablemente no haya más fotos que esa que los acompaña. Tienen su gracia. Es como fotografiar frases. 


Apuntes finales.

No recuerdo el tiempo que llevo publicando fotos en Instagram. Puede que un par de años. En mi galería encontraréis sobre todo fotografía culinaria; la que acompaña mis post, platos de restaurantes, fotos de viajes, y algunas escenas familiares o de mi vida cotidiana. Intento que cada vez sean menos, porque los followers crecen y da no se qué, aunque es una pena porque mi IG no deja de ser una especie de álbum que a veces me gusta volver a recorrer.

Mi niña bonita el hashtag #ssmciudad (San Sebastián mi ciudad) en donde actualmente hay algo más de cien imágenes de la bella Donostia y por el que os recomiendo pasear.







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