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Tarta de cumpleaños con canela y nuez moscada.

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Son diferentes los motivos que pueden llevarme a publicar una receta. En este caso acudo, como no, a la llamada de Mon que, por el tercer aniversario de su blog April's Kitch, ha decidido enredarnos con el reto de cocinar para la escena de una película de los años cincuenta a todos sus amigos y seguidores. Ahí es nada!

Si participara en todos los concursos, retos, aniversarios que los blogs de recetas, marcas, o  empresas organizan permanente en internet, no me dedicaría a otra cosa, pero Mon y yo tenemos algo que nos une... y que no sabría explicar. Y por eso aquí estoy pese a todo....

Y digo pese a todo porque no me gusta el cine de los años cincuenta; igual que mis hijos salen despavoridos si les pongo a ver Heidi. Soy una mujer de mis tiempos. Ni siquiera vi "Lo que el viento se llevó". Y salvo las de Hitchcock el resto me dan muy igual. Seguramente cuando triunfaron yo estaba a otra cosa.




Pero no sólo eso, sino que además, he tenido ciertos inconvenientes para llevar a cabo este reto. Y son precisamente los que me unen a la película que he seleccionado para Mon. 

Realmente no sabía muy bien cómo elegir el film para cumplir con los requisitos exigidos, así que opté por teclear en google "cine años cincuenta" e irme directa a las imágenes en busca de inspiración.

No tardé ni dos minutos en tener mi candidata. Miré mi pie derecho momificado hasta la rodilla por una venda bien apretadita y acto seguido la muleta que luce Paul Newman en "La gata sobre el tejado de Zinc" y su escayola en el mismo pie y en el mismo lado; el derecho.





No tenía ni idea de qué trataba pero sin duda esa era mi película. Y así lo decidí, con la sola imagen de aquel fotograma en que además se mostraba una tarta de cumpleaños...... para el aniversario de Mon??

Así que muleta a un lado y pie en alto sobre un cojín como Brick, me dispuse a visionar la cinta en mi I pad. Ese fue el comienzo de todo un proceso que culmina hoy con la redacción de este post. Justo horas antes de que finalice el plazo de entrega de mi receta... y es que desde hace un par de semanas.... todo lo hago muy lento....

Bien, el reto #cocinadecine consiste en versionar un plato que salga en la película, o si en la película no sale ningún plato imaginar cual encajaría bien a uno de sus personajes en una escena determinada o incluso inventarse la escena.... eso en rasgos generales. 

La gata sobre el tejado de zinc gira en torno a la celebración de un cumpleaños. El cumpleaños del super millonario abuelo Pollitt que está a punto de palmarla. Sus familiares acuden como buitres carroñeros para hacerle la pelota, salvo Brick y su esposa Maggie (Elizabeth Taylor) que además de los guapos de la peli también son los buenos.

En fin, éste es el super resumen de la historia, que me habilita para contaros que lo que decidí preparar fue precisamente eso; una tarta para el cumpleaños del abuelo.




A parte de ésto, puedo deciros que la película trata sobre la mentira, la hipocresía y la avaricia de las personas, y que aunque se presenta como un drama, a mi me pareció una comedia estupenda pues no paré de reír de principio a fin.

Quien conozca la película no entenderá muy bien a qué me estoy refiriendo, pero si entre vosotros hay algún lesionado que vista escayola y muleta, me dará la razón.

El film empieza cuando Paul Newman se fractura un tobillo y la trama discurre en tan sólo un día, el día siguiente. En ese día, que yo recuerdo en mi caso como especialmente doloroso y eso que sólo me rompí la base del 5º metatarso que es nada... Nuestro Brick es capaz de:

- Ducharse sin ayuda.
- Vestirse y desvestirse varias veces.
- Dejar la muleta de lado y andar dando saltos como un bailarín.
- Quedarse de pie sin apoyo charlando tan ricamente.
- Liarse a romper objetos dando zancadas como si fuera un animal.
- Caminar sobre el barro.
- Descender a un sótano por unas empinadas y viejas escaleras de madera, a pulso.
- Conducir un descapotable bajo la lluvia!!!




Y no me he inventado nada.

Sí es cierto que de repente se queja y anda de forma torpe y con esfuerzo para que no se diga. Eso hace aun más risible el asunto: ahora no puedo ni moverme, ahora te hago el pino puente.... Es lo que tiene el cine de aquella época.... que está plagado de divertidos gazapos.   

Así que vista la peli, me sentí capaz de hacer muchísimas cosas, entre ellas, cocinar una tarta de tres pisos, fotografiarla y hacer un post.

Cuando al abuelo Pollit le presentan la tarta sus insoportables y ruidosos nietos y la esperpéntica de su nuera, haciendo dolarines con los ojos, directamente se niega a soplar las velas y la aparta con gesto de desprecio. Y eso que en la cena se había puesto ciego de langosta y yemas confitadas. 

Les pasa por no recurrir a la infalible Martha Stewart, aunque claro, por entonces iría al parvulario como yo, de lo contrario, sería imposible resistirse a ninguna de sus apetitosas tartas.

Así que en una especie de "Regreso al Futuro", he decidido presentarme ante el abuelo Pollitt con  la "Sugar and spice cake" de la Steward con la esperanza de que la acepte y sople las velas.




Ingredientes:

- 300 g de harina de repostería (Santa Rita Harinas).
- 1 cucharada de bicarbonato.
- 1 cucharadita de canela molida.
- 1 cucharadita de nuez moscada.
- 1 cucharadita de sal.
- 225 g de mantequilla punto pomada.
- 300 g de azúcar.
- 3 huevos L.
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla.
- 325 ml de leche.
- 150 g de confitura de frambuesa.


- 300 g de nata para montar 35% mg.
- 300 g de queso mascarpone.
- 60 g de azúcar glas.
- 2 cucharadas de azúcar.
- 1 cucharadita de canela molida.





Preparación: En un bol mezclamos la harina con el bicarbonato, la sal, la nuez moscada y la canela y reservamos. Cuando indico la medida de un cucharada me refiero a una cucharada sopera y cuando hablo de cucharadita a una cucharilla de postre.

En otro bol mezclamos la mantequilla con el azúcar normal batiendo durante un par de minutos o tres. Añadimos la esencia de vainilla y luego la harina especiada en tres veces. Vamos batiendo y añadiendo también la leche en dos veces. Así hasta que esté todo bien integrado y tengamos una masa homogénea.

Engrasamos un molde estrecho y alto y vertemos el contenido del bol. Horneamos a 180º durante unos cuarenta minutos o hasta que la aguja salga limpia. 




Para la preparación del frosting: Montamos la nata con la mitad del azúcar glas y en otro recipiente el queso mascarpone con el resto del azúcar. Luego añadimos éste último a la nata y removemos con suavidad.

Seccionamos el bizcocho con ayuda de una lira o en su defecto un cuchillo largo y fino, y comenzamos a rellenar la tarta con una capa de confitura  de frambuesa y sobre ella otra de frosting. Depende de la altura y forma de vuestro molde podréis dividir el pastel en tres o cuatro capas. Repetimos la operación de la confitura y crema de queso hasta llegar a la última capa. En la última añadimos más cantidad de frosting y espolvoreamos con una mezcla de azúcar y canela.




El resultado es esta tarta de especias dulces; nuez moscada y canela, con un relleno de nata y frambuesas espectacular. Imposible resistirse. 

Ideal para un cumpleaños... da igual de qué edad; yo ya siempre pongo en las velas las unidades y renuncio a las decenas, y lo mismo he hecho con el abuelo Pollit que celebraba sus 65. Si hubiera recibido este pastel, hecho con corazón, nunca lo hubiera rechazado. Muchas felicidades también a tí Mon!





Beatriz Tobegourmet.


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