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Ensalada navideña de mango, chocolate y foie.

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Tengo grabada en la memoria la escena de aquel ocho de enero, justo pasada la Navidad, en que topé con mi amiga Ana A. comprando gazpacho en tetrabrick en el supermercado, con la misma ilusión, diría yo, que uno compra el primer turrón de la temporada.

No daba crédito, porque yo sólo lo consumo en verano, pero Ana tenía muy claras sus ideas; necesitaba comer muy ligero y prepararlo en poco tiempo. Es decir, justo lo contrario de lo que venía haciendo en las últimas semanas. Como todos. Como yo. Genial idea!




Desde aquel día en que la vi, casi bajo cero, haciendo acopio de aquella fría sopa de tomate como si no hubiera un mañana, abandoné muchos prejuicios sobre la alimentación y el invierno.

Suelo tomar las ensaladas al mediodía, por la noche prefiero las cremas. Los ingredientes los tengo fuera de la nevera ya unas horas antes, para que no estén fríos. Esta es la clave para mí, tomar los alimentos crudos pero a temperatura ambiente, al contrario que en verano. 




Por eso os propongo una ensalada navideña, perfecta para el día de Año Nuevo, el de Navidad o el de Reyes. Se prepara en cinco minutos y es una ensalada especial y diferente, ligera, sana y digestiva. Ingredientes que se pueden localizar sin problema, y de precio razonable, lo cual siempre es un plus.

El foie que lleva esta ensalada es poca cantidad. Aunque a mí me gusta dejarlo a un lado en un recipiente, como si fuera queso rallado, para que el que quiera se añada algo más.

Es necesario que esté previamente congelado; así lograremos las virutas con toda facilidad. Yo suelo tener un block siempre dispuesto porque es un toque que le va muy bien a muchos platos.




Sugiero presentarla en la mesa con unas ramitas de pino o abeto para ambientar un poco el asunto. O en fin, lo que tengáis a mano pero que aporte un toque navideño; por favor abstenerse del espumillón.

En Zara Home hay monadas para adornar la mesa. Pequeños detalles para poner junto a un plato... Lo ideal, un poco de acebo que se encuentra muy fácil en cualquier vivero. Hay plantas pequeñas más económicas, no hace falta traerse un árbol a casa. 

Y no seáis listillos y penséis en coger unas ramitas de aquel arbusto tan mono que encontrasteis en el monte, está totalmente prohibido arrancar ni una sola ramita, igual igual que ocurre con el musgo.




 Ingredientes:

- Una bolsa de lechugas mezclum.
- 1 mango.
- 1 Block de foie congelado.
- Chocolate negro.
- Aove.
- Vinagre balsámico.
- Sal.


Preparación:

Cortamos las hojas de la bolsa de lechugas para que queden más pequeñitas. Las repartimos en los boles, yo he pensado en 4. Pelamos y cortamos el mango en dados; pedid que os lo den maduro para que esté más dulce. Los añadimos a la ensalada. 

Preparamos una vinagreta suave con 6 cucharadas de aove y 1 de vinagre balsámico y sal, todo ello batido con un tenedor. La vertemos en una salsera que llevaremos a la mesa.

En el momento de servir, sacamos el foie del congelador y con un rallador hacemos lascas finas para espolvorear la ensalada y también para llenar un pequeño bol por si alguien se quiere añadir más.

Por último aplicamos el chocolate también rallado, y llevamos a la mesa.




Sé que aun falta aun un mes para Navidad, pero soy de las que les gusta planificar. En Nochebuena no perdonamos el Capón, la mamá de mi marido lo pone fenomenal, a partir de ahí, cada año nos gusta variar. El 25 siempre lo celebramos con mis padres, y solemos debatir el menú, porque nos gusta que sea algo diferente a la vez anterior. Esta ensalada de mango chocolate y foie podría ser una opción perfecta. 

Sencilla, ligera y fácil de preparar!





Beatriz Tobegourmet.



Bollos con semillas de sésamo. Y Sorteo con Mandisign.

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En casa las hamburguesas nos gustan caseras pero "de casa". El término casero se está empleando mucho a la ligera en productos que no se han hecho en casa de nadie. Suelo pedir carne de filete picada expresamente para mí y con nada de grasa. Nos las solemos comer simplemente con cuchillo y tenedor, pero los niños siempre me reclamaban el típico pan para hamburguesas con semillas de sésamo

A veces he cedido, pero no me gusta nada la bollería industrial así que hace unos días me propuse aprender cómo hacer los bollos para hamburguesas y me sorprendí de lo fácil que es.




No sé en qué estaría pensando cuando se me ocurrió terminarlos con un corazón de sésamo... bueno en realidad sí... estaba tratando de pensar recetas para San Valentín. Y ciertamente me parecieron unos bollitos realmente monos para cualquier otra ocasión. Por cierto... no me hagáis zapping que tengo una sorpresa para vosotros que os desvelaré al final!!

No es que a mí lo de San Valentín me vaya mucho, más bien paso absolutamente; al menos en lo que dicha fecha representa. Lo que me interesa únicamente de esta onomástica es el aspecto festivo, la disculpa para celebrar, o sea, cocinar, enredar y preparar originales recetas!




Dicen que todo empezó en Roma (la ciudad del amor) cuando el emperador Claudio II decidió prohibir la celebración de matrimonios entre jóvenes porque consideraba que los solteros sin familia eran mejores soldados al tener menos ataduras. Entonces San Valentín comenzó a celebrar matrimonios en secreto para jóvenes enamorados, y tras varias peripecias acabó martirizado y ejecutado. Cada país por su parte tiene luego otras leyendas...

Pero en cualquier caso podemos afirmar que se trata de una celebración tradicional de países anglosajones que nace, como no, en EEUU hacia mediados de siglo XIX.




En fin, que me pareció chulo presentaros la idea de estos corazones junto a un par de flechas en forma de pajitas de Mandisign, mucho más inofensivas y sin intención de lanzárselas a nadie, aunque en una fiesta de hamburguesas nunca se sabe....

Ingredientes:

- 500g de Harina de fuerza (Santa Rita Harinas).
- 1/2 cubito de levadura Levital.
- 1 huevo.
- 150 g de leche.
- 25 cc de aceite de oliva.
- 125 g de agua.
- 20 g de azúcar.
- 2 cucharaditas de sal.
- Sésamo (Santa Rita).


Preparación: En primer lugar, en un vaso diluimos la levadura en el agua, ésta ha de estar un poco templada, y la reservamos. En un bol batimos el huevo con la leche, el aceite y la sal. En un recipiente grande y cómodo para amasar colocamos la harina y el azúcar dejando un hueco en el centro donde vamos a verter todo lo anterior, primero la leche con el huevo, etc.. y luego la levadura diluida.

Comenzamos a remover todo con una cuchara de madera y cuando nos cueste seguir, empezamos a amasar con la mano. Si vemos que se pega cuando ya está todo integrado agregamos un poco de harina más.

Si tenemos Thermomix, podemos batir los líquidos en el vaso en vel 2, añadir la levadura disuelta, ir añadiendo la harina y el azúcar poco a poco en velocidad 3 y cuando ya la hayamos incorporado toda programar 2 minutos vaso cerrado velocidad espiga. Luego sacar la masa y darle forma de bola con la mano.

Nos tiene que quedar una bola lisa y que no se pegue a las manos. La dejaremos levar tapada durante una hora y media. Pasado este tiempo habrá doblado su volumen. La volvemos a amasar unos minutos y entonces hacemos las bolas de pan; primero con las manos y luego rodándolas sobre la superficie de trabajo como si fueran de plastilina. Finalmente las aplastamos un poco y las dejamos levar de nuevo otra hora más tapadas con un paño en la bandeja donde vayan a ser horneados y sobre papel sulfurizado.




Al cabo de este tiempo, colocamos un cortador como éste sobre cada una de las bolas y lo hincamos para que se marque. Sin levantarlo, pintamos dentro con un poco de agua y una brocha y soltamos las semillas de sésamo en su interior. Han de quedar pegadas. 

Precalentamos el horno 250º mientras hacemos el proceso anterior, y lo bajamos a 200º para hornear nuestros panecillos. Antes de introducirlos colocamos una bandeja o bol con agua en la parte de abajo y luego colocamos la bandeja con los bollitos en el centro. En 10 ó 12 minutos estarán listos.




Y ahora vamos con la sorpresa. Con motivo de San Valentín, mira qué bien, mi querida Amanda Englund de Mandisign; especialista en material para fiestas, celebraciones y eventos, tiene preparado un lote de sus productos ideal! para uno de vosotros.

Se trata de un CONCURSO muy divertido. A ver.... no me digáis que soy la única que en San Valentines, amigos invisibles, bodas, bueno... boda, despedidas de cosas, cumpleaños.... le han hecho un regalo que nos haya dejado perplejos, sin saber qué cara poner..... Seguro que tienes alguna ANECDOTA SOBRE UN REGALO que te hayan hecho a tí o a alguien que conozcas.




Bien, cuéntamela en los comentarios de este post, y la historia más divertida a jucio de mis amigas Mon y Cósima, recibirá en compensación el regalo de Amanda.

El plazo empieza hoy mismo día 4 y termina el día 11 de febrero a las 0.00 horas. Puede ser un regalo que hayas recibido o hecho tú o una persona que conozcas. Lo que nos apetece es reírnos un buen rato todos con vuestras anécdotas.

El día 12 Mon seleccionará los tres regalos más curiosos o chocantes, y al día siguiente Cósima decidirá el ganador. Además....

NECESITAMOS:

- Vuestro E mail para notificaros el premio y que nos remitáis una dirección de envío. Los envíos se harán dentro de España.

- Un like (me gusta) a la fan page de Mandisign. Está en este link: Aquí. Además os va a encantar.

- No nos sigues?? ésta es una buena ocasión para empezar a hacerlo! Hazte seguidor del blog haciendo clic sobre la barra azul "participar en este sitio" lo tenéis en el lateral. Me encanta ver como cada día somos más y más!!




Fácil no??  casi tanto como preparar estos panecillos con sésamo para hamburguesas gourmet. Por supuesto los podéis emplear también para meriendas, o para almuerzos. Si los horneáis por la noche,  a la hora de la cena, al día siguiente siguen estando frescos a primera hora de la mañana. Y así evitamos nuevamente los bollos o panes industriales para preparar bocadillos. Sin duda una opción atractiva y mucho más sana.




Beatriz Tobegourmet.



Una Navidad para comérsela en Bloomingdale's, New York.

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Si pensábais que ya lo habíais visto todo en cuestión de adornos navideños, hoy os voy a derribar un mito con los extraordinarios hallazgos que hice hace unas semanas en los almacenes Bloomingdale´s en Nueva York. Por entonces no tenía ni la menor idea de que David Muñoz de DiverXo se iba a alzar con las míticas 3 estrellas Michelín, de otra forma hubiera ambicionado tener ese cerdito ideal en el salón de mi casa esta Navidad.

No sé si sabéis que en el mundo DiverXO hay cerdos voladores y bandadas de mariposas negras, que representan que todo es posible y nada tiene límites en la cocina. 

Me consuela pensar que aunque entonces no disponía de esta información; primero, no me hubiera cabido de equipaje de mano, y segundo no hubiera sido nada razonable pagar los casi mil euros que cuesta el capricho en cuestión.




El universo navideño de Bloomingdale´s es un lujo para la vista y para el bolsillo. Representa un mundo de fantasía como en poco lugares he llegado a ver. Ni Londres, ni Paris... Nueva York! 

Los colores clásicos; el rojo y el verde como el acebo y el blanco, como la nieve, recrean el ambiente de la Navidad como en los cuentos de antaño.




La imaginación tampoco tiene límites, como la ilusión de los niños en la Navidad. 

Pensé que cuando llevé a Marta y Alvaro a Londres hace unos años y visitamos Hamley's y Harrods, y paseamos por Regent Street bajo los copos de nieve y el frío solemne de diciembre, iban a ver lo jamás visto; una Navidad representada con adornos y luces de fantasía, de novela de Dickens, de cuento de hadas.

Pero aquella planta enmoquetada de rojo en los almacenes Bloomingdale's me pareció el summun.




Así que me dediqué a retratar lo mejor que pude este ambiente de película para que lo disfrutaran al menos contemplándolo en mi blog. Un post para ver en familia. Qué os parece?

Si aun no habéis avisado a los pequeños de la casa ya estáis tardando, porque lo que viene a continuación les va a encantar!! Alguna vez les habéis preguntado cual sería su árbol de Navidad ideal??




Si yo lo hiciera con mi hija Marta, estoy segura de que pensaría en algo así:

Un abeto con cupcakes, macarons, pudings de chocolate, helados, tartas de varios pisos.... Como éste!




Se trata del arbol "dessert", o árbol postre. De más de dos metros de altura está repleto de todos los dulces que con los que uno pueda soñar representados en figuritas para colgar.




Un helado.....




Una layer cake....




Un macaron dorado.... aunque los había de todos los colores e incluso por si alguien los prefiere así... unidos en forma de pirámide....




Estos adornos tan magníficos, tienen también un precio magnífico, que oscila entre los 10 y los 15 $ por pieza, lo cual me facilitó mucho las cosas, pues nada más verlo me olvidé por completo de renovar mis adornos navideños con estas joyitas made in America.




Quiero imaginarme la niña afortunada que luzca un árbol postre como éste en su habitación durante estas navidades 2013. Seguro que es rubia, de ojos azules, nariz perfecta y respingona, bucles dorados  en el pelo y probablemente se llame Hanna, Jodi o Charlotte, no sé.... digo yo.

En el salón de su casa no me lo imagino, creo que éste no es sería un árbol indicado para un salón de una casa con buen gusto. Allí luciría mucho mejor uno con las bolas gigantes y de cristal, en colores grises y plateados que se llevan un montón, y con plumas... y bombillitas diminutas con luz blanca y agradable acompasada con los destellos del fuego de una chimena de mármol antiguo.

Por dónde íbamos?




Modelo bundt, o Christmas pudding....




Versión cupcake..... algo desenfocado. 

El Sr. Tobe comenzaba a echar humo ante mi parsimonia. De brazos cruzados, cuan guarda espaldas, llevaba más de media hora manteniendo el tipo ausente de espíritu navideño e infantil alguno. Creo que me propinó un "ya te vale no?" que hizo que me temblara el pulso.

Descendí súbitamente a la cruda realidad......."Ya... voy... sólo un par de fotos más"!




La de este helado que parece de chocolate con almendras...




Y........ la de este otro árbol que me dejó alucinada! Nueva York y todos sus iconos en versión navideña; el clásico taxi amarillo, el Chrysler Building, la estatura de la libertad, un vagón de metro... Los americanos son lo más!

O imagináis un ejemplar de éstos en casa con su Quijote, su Sancho Panza, la puerta de Alcalá, el cartel de Schweepes de la Gran Vía, el madroñito todo mono, un edificio de la Fnac.....  Surrealista no?

Una visita singular la de los almacenes Bloomigdale's  a la que no debéis renunciar sin pensáis viajar en las próximas semanas a Nueva York. Su sección de artículos para la casa no os dejará indiferentes. Calidad, buen gusto, artículos insólitos y en su mayor parte al alcance de pocos bolsillos.





Beatriz Tobegourmet.

Cómo hacer chocolatinas en casa. Consejos.

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Entre las cosas que voy viendo en las tiendas especializadas de repostería, y con las que me voy haciendo para mis experimentos en la cocina, se encontraba un molde depequeñas chocolatinas. Como en casa siempre hay mucho chocolate, entre el que me compro y el que me regalan, ponerme a fabricar más me daba verdadero cargo de conciencia, pero este fin de semana quise investigar el asunto del templado y a la vez, probar con rellenos divertidos y originales como pétalos de rosa y  Crep Crunch, que es como galleta, y también peta zetas.

He de reconocer que estoy bastante contenta con el resultado. Así que hoy os voy a contar como hacer chocolatinas en casa y que queden brillantes, lisas y apetecibles. El resultado es fruto de realizar con cuidado un proceso que se llama temperado o templado.





Hablamos de un proceso, el templado, mediante el cual derretimos el chocolate a una temperatura determinada, y no otra, para luego volverlo a enfriar y solidificar siguiendo también determinadas pautas en donde el calor y la manipulación que recibe el chocolate es clave.

De esta forma conseguimos que la grasa que contiene, es decir la manteca de cacao, se mantenga estable y no sufra alteraciones indeseables al fundirlo para después dejarlo secar. Esta es una operación que deberíamos tener en cuenta cuando vamos a preparar la cobertura de un pastel, o para hacer bombones o pequeños chocolates en nuestra propia casa.




Este asunto del chocolate fundido, me vino a la cabeza estos días cuando leía las anécdotas sobre regalos fallidos que me estáis dejando en el post del concurso de Mandisign y que termina justo mañana (aviso!!.... aun estáis a tiempo de participar). 

Yo tengo una historia verdaderamente buena:

Hace unos cuantos años recibí, como agradecimiento a una serie de favores, una impresionante caja de bombones con el papel y el lazo más ideal que os podáis imaginar.  El regalo no me lo esperaba para nada, así que cuando sonó el timbre y abrí la puerta casi me desmayo.

Venía de parte de la madre de una amiga del colegio de mis hijos, amiga con la que tenía contacto diario, incluso varias veces al día.




Cuando me lo entregó le dije que como era un paquete tan preciosísimo no pensaba abrirlo por lo menos en un día! que me iba a pasar 24 horas contemplándolo. Y así lo hice. 

Se trataba de una caja rectangular de tamaño enorme. Cuando llegó el momento de abrirlo descubrí que su contenido debió ser, antes de la catástrofe, una selección de bombones super exquisitos. El paquete era de una bombonería muy conocida de Bilbao, pero en pleno mes de agosto, el trasvase de madre a amiga y de amiga en coche a su casa.... dio al traste con aquella mina de diamantes negros, con leche, o blancos, y de diversas tallas y medidas.

Era imposible distinguir donde acaba uno y donde empezaba el otro. Solo se podía ver una especie de  engrudo liso y ondulante, insinuando formas y, habiendo pasado en mi casa todo un día con aire acondicionado, estaba además absolutamente pétreo.

Creedme que en ese momento, y con lo que me gusta el chocolate, era mucho mayor mi dilema que mi disgusto. Se lo digo o no se lo digo???




A mi amiga, no la podía engañar, pero tampoco la quería disgustar, y ni mucho menos poner en el compromiso de reponer la caja fallida. Así que tras grandes deliberaciones opté por la discreción, y decidí callar.

El problema era cómo no parecer una terrible mal educada no ofreciéndole ni uno sólo de aquel kilo de bombones enviados por su madre, cuando pasábamos casi todo el día juntas... y qué cara poner si me preguntaba qué tal los bombones????.....

Así que como faltaban sólo 5 días para su marcha de vacaciones, me dediqué a escabullirme todo el tiempo para no coincidir y enfrentarme a la horrible pregunta, a la terrible mentira, piadosa, pero mentira, y al tiempo huir de la imagen de tacaña y egoísta obsesionada con el chocolate incapaz de compartir ni una sola pieza.

Os lo juro, fue surrealista.




Tres o cuatro años después, me animé y se lo conté...... y yo me quedé con la conciencia tranquila.


Pues bien, para fundir intencionadamente el chocolate y recomponerlo con éxito...

Necesitamos:

- Un termómetro.
- Chocolate mínimo 56% y de buena calidad. Valrona es el mejor, pero os confieso que el de Lidl va de fábula y como término medio tenemos el de Lindt.
- Un molde para chocolatinas.
- Una espátula para remover.





Cómo se hace:

Ponemos a calentar una cacerola con agua y dentro colocamos un bol para fundir el chocolate al baño María. Incorporamos algo más de la mitad del chocolate en trozos y lo vamos calentando hasta que alcance los 50º, otros opinan que 55º. Yo lo me he quedado a medio camino. Lo medimos con el termómetro, éste que veis es de Ikea y va muy bien.




En ese momento comenzamos a añadir el resto del chocolate, y así enfriar la mezcla hasta llegar a los 27º mientras, vamos removiendo y fundiendo los nuevos trozos con el calor del anterior. Luego volvemos a calentarlo hasta los 31º y entonces lo tendremos listo para rellenar nuestro tapete de chocolatinas.

El mismo resultado se puede obtener fundiendo todo el chocolate y soltando 2/3 partes del mismo sobre una superficie de acero inoxidable o de mármol para extenderlo con una espátula ancha y así enfriarlo hasta llegar a los 27º. Luego lo volveríamos a recoger con la espátula para introducirlo en el bol de nuevo donde se supone que al entrar en contacto con el resto se colocaría en los 31º ó 33º que es lo suyo. 

Se precisa una buena encimera y cierta destreza, por eso yo me incliné por la primera opción. El templado de esta última manera lo pude ver en mi visita al obrador de la pastelería Viena  ( haced clic en el enlace para ver las fotos) Es una maravilla.




El chocolate lo tenemos que dejar enfriar sin utilizar la nevera. A temperatura ambiente, esto es muy importante, para culminar un correctoproceso de templado.

Opté por rellenar mis chocolatinas de pétalos de rosa secos, de los Crep Crunch de Ingredissimo y de sus peta zetas que recibí hace tiempo en casa en un pack junto con otras cosillas que aun tengo por explotar. 

Consejos:

-Alisar el molde para chocolatinas con una espátula para obtener una base lisa. Una vez secas se retiran con total facilidad.

- Dar unos golpecitos para eliminar la posibilidad de que nos queden burbujas de aire en el chocolate. Yo olvidé hacerlo y se me coló alguna. 

- No comérselas todas de un tirón. Esto es lo único que os garantizo que no voy a poder respetar!





Beatriz Tobegourmet.


Hamburguesa especial de ternera condimentada. Receta.

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En mi último viaje a Madrid, mi amiga Cósima me llevó al paraíso de la hamburguesa. Un lugar donde cada uno puede encontrar seguro la hamburguesa perfecta. Las había de todos los gustos y con todos los condimentos y aderezos que podáis imaginar. Por supuesto con carne de ternera de la más alta calidad. También las había de buey, de vaca gallega y de ternasco de Aragón.

Como me sucede en estas ocasiones, además de disfrutar muchísimo, almacené en el área del cerebro que rige la creatividad gastronómica, un montón de combinaciones, ingredientes, y especias para poner en práctica en casa.




Entre las muchas opciones pensé en combinar el tomate seco, con el queso parmesano y los piñones. Próximos al 14 de febrero día de los enamorados que jamás celebro, dicho sea de paso, quería hacer mi aportación al mundo de los blog gastronómicos que estos días rebosan de corazoncitos y recetas especiales para tal efeméride.

Tendría que remontarme unos 25 años atrás.... pero mi primer novio, que nunca olvidaré como es de ley con los primeros novios, fue un guapísimo italiano del norte de Italia. Tal era mi enamoramiento que de no ser porque nos veíamos en contadas ocasiones al año, creo que hubiera celebrado con él lo que fuera.




Y creo que nuestra cena bien podría parecerse a ésta; una hamburguesa y un refresco de cola. Hubiera vestido la mesa así; con estas cosas ideales en rojo y blanco de la firma Mandisign. La habría preparado yo, que por entonces ya era cocinillas, y a él le habría encantado porque tiene un toque italiano con ese tomate seco, y ese queso parmesano. 

Como no bebo, en mi juventud era devoradora de coca colas, y no sé si por efecto de la cafeína tenía más marcha que nadie, pero aguantaba las noches de discoteca también con más dignidad que nadie.

Me ha costado esos mismos 25 años comprender como a mi padre casi le da un pasmo cuando le enseñé toda orgullosa una foto de los dos, agarrados por la cintura en la barandilla de la playa de Ondarreta, con lo guapo que era!! se ve que a mi padre le importaban más otros valores. Y claro, si mi Martita me viene con las mismas con 17 creo que me da un algo. 




Ingredientes:

- 1/2 kilo de carne de ternera.
- 1 huevo.
- Un trozo de cebolla. Como un cuarto.
- Un trozo de queso parmesano. Unos 100/150 g.
- 4 ó 5 tomates secos.
- Un puñado de piñones.
- Uno ó dos dientes de ajo.
- Harina para envolver la hamburguesa (Harinas Santa Rita).
- Lechuga de hoja de roble.
- Aceite y sal.
- Panecillos de hamburguesa.



Preparación:

Pedimos en la carnicería que nos piquen la carne. En casa la salamos y la reservamos mientras preparamos en aderezo. Para ello en un bol batimos el huevo y añadimos la cebolla, el ajo y los tomates secos finamente picados. Añadimos después lo piñones cortados a la mitad, y el queso parmesano rallado. Removemos para integrar los ingredientes y vamos formando hamburguesas con la ayuda de la harina. 

Las presentamos con lechuga de hoja de roble y mucho mejor en pan de hamburguesa casero como el que os enseñé a hacer esta misma semana. Una cena exquisita para celebrar.... lo que sea.






Beatriz Tobegourmet.


Con Andoni Luis Aduriz, como en casa.

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Sincero, sin tapujos, cercano y sin la "bata de médico" que ahora lucen todos los cocineros cuando acuden como protagonistas a alguno de los muchos eventos a los que son invitados; y que casi siempre consigue marcar distancias.

Así se presentó Andoni en su visita a nuestro gastrobar, y sala de actos polivalente, "Tondeluna" en Logroño para, entre otras cosas interesantísimas de las que poco suele hablar, contarnos la historia de su libro "Las recetas de mi casa". 

Asuntos como el tema de la tercera estrella, y la polémica incidencia con aquel exquisito foie que tuve la fortuna de probar en Mugaritz.




El pretexto era esa presentación del libro sí, pero el "fraile" que habita en Mugaritz, y que es capaz de hacernos vivir en su templo experiencias verdaderamente religiosas, reveló verdades, se nos confesó, y nos convenció a muchos de los allí presentes para seguir sus mandatos y participar de su filosofía de vida y de comida. Predicó, y al menos yo, "me hice de Aduriz" sin gran resistencia.

"Haz las cosas bien; el dinero ya vendrá". "Los buenos pintores copian, los genios roban". "Las mujeres cocinan por obligación, los hombres para lucirse". "Somos bocas con patas". 

Son algunas de las perlas que pude recoger en el block de notas de mi Ipad. Algunas las enmarcaría y las pondría en las paredes de algún lugar, o en algún cuadernito de Mister Wonderful de esos que están tan de moda.




Nos lo trajo Francis Paniego, un hombre que además de haber recibido recientemente la segunda estrella Michelín para su Restaurante en Ezcaray, El Portal, con lo que eso conlleva..... aun tiene tiempo y energías para organizar eventos y talleres en su Tondeluna, haciéndonos gozar de la compañía y ciencia de personas de renombre ligadas al mundo de la gastronomía. 

Francis resalta en Aduriz su capacidad para generar equipo. Y éste asiente añadiendo "tengo gente muy rara trabajando conmigo, muy hippies, gente que no pasaría una entrevista de trabajo". "Les dejo aportar, les dejo elegir". En estos nuevos tiempos aflora "la capacidad de dudar" y eso contribuye siempre al progreso.

Nos cuenta como cuando él empezó había miedo en las cocinas, se guardaba mucho secretísmo, no se compartían los conocimientos. Hoy ya no aflora el miedo sino la generosidad y el compañerismo.

Las cocinas, explica, funcionan impulsadas por "el miedo", "un premio o recompensa", o por "compromiso con un fin". Y éste último es el fundamento de la cocina de Andoni; "Nos gusta la idea de crear algo que sea más grande que nosotros".... y ese es el proyecto que estimula, une, y hace funcionar de forma armónica al equipo de este gran chef.




Hubiera querido visitarle este mes de febrero y se lo dije allí mismo, pero su restaurante cierra varios meses al año, en 2013 inició su temporada el 10 de abril. Durante esos meses los comensales ceden su espacio a la creatividad. Es entonces cuando se diseña "la pasarela" del año próximo junto a un equipo de 70 personas; su menú degustación. Pruebas, experimentos, incluso simulaciones reales de comidas con clientes y amigos que colaboran en ese proceso aportando su opinión.

Me encantaría participar ( que lo sepas Andoni ). En estos ensayos se preve incluso la vajilla en la que se servirá el menú y se cuenta con la colaboración de un "coreógrafo" que indicará al equipo como moverse en sala. 

Con ésto, no es de extrañar que su proyecto cueste entre 300.000 y 500.000 euros. "Somos copartícipes de una empresa que fabrica productos en spray y factura 13 millones de euros. Participamos en proyectos de nuevas tecnologías aplicadas a la alimentación".

"Con ese dinero se compra tiempo, invertido en creatividad, con esos números podemos trasladarnos a escenarios inimaginables sin esa inversión". Dice Aduriz.

Y continúa.... "hemos soltado prejuicios. Un restaurante de éxito tiene que generar recursos. Mi restaurante es mi vida, mi sueño. Tenía muchas posibilidades de no prosperar porque no era el momento, pero tuve suerte". Dejé a un lado los prejuicios"- repite- "si podía contratar 3 camareros contrataba 4, hemos ido un paso por delante de lo que la lógica mandaba. Siempre. 

"Haz las cosas bien, el dinero ya vendrá".




Aduriz adereza su charla con las claves de su nuevo libro "Las recetas de casa", posteriormente en la cena que se va a servir en Tondeluna, donde él también se sentará a la mesa, probaremos alguna de sus propuestas preparadas por Francis Paniego y su equipo.

Este cocinero vasco que acoge con estoicismo y humor calificativos como que es "un error del sistema" y no tiene empacho en reconocerse "un poco raro" no puede ser más encantador y llano. Con los pies en el suelo y la cabeza a veces mucho más lejos, como es preciso para dibujar como dibuja con los platos de Mugaritz.

En sus propuestas mucho más sencillas de "Las recetas de casa" parte de la memoria de los platos de siempre, prestando especial atención a aquellos sabores o texturas que, por el motivo que sea resultan extraordinarios, para incorporarlos junto con las nuevas técnicas de cocina a un recetario actualizado. 

Se subraya el protagonismo de los productos de temporada, los productores pequeños, se potencia como él dice "la cultura del producto" y de las legumbres con la que convivió estrechamente en el primer restaurante donde trabajaba (era la comida del personal). 

Un ejercicio de recopilación de sus recetas favoritas, las recetas de su vida, adaptadas a los nuevos tiempos, y "tomando prestadas" las ideas y formas de tratar el alimento de aquellos que lo bordan. Como las emblemáticas croquetas que Francis Paniego le robó a su madre y ahora Andoni con total alevosía. Igual que asume sin complejos "les fabes" de Marcos Morán.

Todo en un intento de recopilar lo mejor de lo mejor de la cocina tradicional, la de siempre, la de casa, con la formulación más acertada, y siempre fácil y al alcance de cualquiera que le apetezca escenificarla en su propia mesa.

Eso si, no veremos postres, al fin y al cabo, son "las recetas de su casa" y es su casa se come fruta y él quiere fomentarla.




Llega el turno de preguntas, y los asistentes no tienen reparo en meter el dedo en la llaga, alguno de forma quizá algo descarada.... El asunto de las tres estrellas, el escándalo del foie del que Aduriz fue víctima... 

Personalmente soy incapaz de comprender que a uno de los mejores restaurantes del mundo según la famosa Revista "Restaurant", que promueve cada año los premios "The World's 50 Best Restaurants" se le siga negando de una forma tan persistente, que ya empieza a resultar sospechosa, la tercera estrella Michelín.

Andoni no tiene problema en contar lo que piensa con transparencia y claridad. "Ya no nos afectan las calificaciones de las guías", dice Aduriz, que recuerda el famoso dicho que reproduce con éstas palabras: "cuidado con lo que deseas no vaya a ser que los dioses te lo concedan", y añade que para nada quisiera encontrarse en la tesitura de obtener un reconocimiento "que no podamos defender" muy cauteloso y en mi opinión humilde, pues considero que tiene sobrados recursos para jugar en la liga de los tres estrellas un papel muy digno.

La pregunta de uno de los presentes dio pie a que Aduriz nos contará la verdad sobre el terrible acoso en el que se vio inmerso Mugaritz en relación al origen del foie con que trabajaban en el restaurante, y que nunca olvidaré. El foie, me refiero.

Recibieron una denuncia debido a que la granja de donde procedía dicho foie no contaba cumplía determinados requisitos administrativos. Este desajuste, ahora subsanado por una reforma en la normativa, provocó una cascada de acontecimientos sumamente desagradables, desproporcionados e injustos para con este magnífico restaurante, que sin duda es una de mis referencias en el país, y cuya sombra probablemente siga planeando sobre él.

La sanción y el incidente fue presentado en el telediario en hora de máxima audiencia precaviendo a los espectadores de que las imágenes que se iban a mostrar (de la referida granja que hoy funciona con el mismo sistema y total normalidad) podían herir nuestra sensibilidad.




Se recibieron más de cinco mil E mails con comentarios y amenazas. Todo un despropósito y un agravio que nadie hasta hoy ha podido reparar del todo. Los sibaritas, los verdaderamente entendidos y los que amamos la gastronomía, las buenos productos y el arte de chefs como Andoni Luis Aduriz nos hemos posicionado siempre a su lado en esta absurda batalla.

El tiempo, pone a todos en su sitio, y Aduriz viene demostrando que su respeto por el producto y por la calidad, y los procesos para tratar los alimentos capaces de extraer de éstos lo mejor de sí mismos, son parte de su seña de identidad. 

Y así nos lo da a conocer en sus recetas clásicas con aire renovado, que tuvimos el placer de degustar allí mismo con Francis, su mujer Luisa y otros amigos.




Esta es la Porrusalda ahumada con bacalao. El plato que más me gustó de toda la cena, una crema de puerros de sabor profundo y esa combinación con el bacalao que le iba de cine me dejaron con ganas de repetirla muchas más veces.




Canelón de ternera, cerdo y foie. Gran amante de pasta y canelones, encontré este plato sencillamente exquisito.




Risotto de Chipirones. Un plato perfectamente ejecutado, con los trocitos de chipirón bien pequeños y la cremosidad justa de la técnica del risotto. Muy rico!.

Intercalados con estos platos, elaboraciones propias del gastrobar de Francis Paniego y que son un éxito siempre. Una fusión entre dos cocineros que admiro, una charla, unas confidencias, unas bromas, en definitiva una experiencia que recomiendo a cualquiera que tenga la oportunidad de acercarse a los Talleres de Tondeluna.

El próximo martes 18 de febrero nos visita Begoña de La Salita. No pienso perdérmelo!




Beatriz Tobegourmet.


La auténtica receta de Fabada Asturiana.

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Os debo este post desde hace mucho tiempo. La fabada asturiana es sin duda uno de los platos más exquisitos y agradecidos en estos meses de invierno. Antes de contaros cómo se hace la verdadera fabada asturiana he leído varias recetas y me ha sorprendido ver que algunas poco tienen que ver con la que hace mi madre, que es la que hacía mi abuela, y la que nunca hago yo, porque por ahora me dejo querer y no pienso tomar el testigo hasta que mi madre deje de hacerla.

Le añaden ajo, o cebolla, incluso puerro..... ingredientes que la original desde luego no lleva. Y otras, aunque parecen contar con los ingredientes precisos, ni de lejos el resultado final se parece al de esta fotografía; que tengo que decir que ejecutó con maestría mi madre hace algunos domingos.

Espero que con las pautas que a continuación voy a daros os pueda transmitir el testigo de uno de los platos más gourmet que jamás he conocido y que lo podáis disfrutar en casa.





Para empezar os voy a dar una buena noticia. Este majar se prepara en la olla express, con lo cual no necesita más que 10 minutos de cocción. Aunque luego conviene, para que engorde el caldo, dejar las fabas un ratito a fuego lento y "asustarlas" un poco. Cierto es que originalmente se hacían en cazuela de barro, pero creedme, no es necesario.


NECESITAMOS

- "Fabes de la Granja". Son unas alubias blancas que se cultivan en Asturias, suaves y mantecosas. Es esencial conseguir unas fabas de buena calidad. No todas son iguales, nosotros tenemos nuestro proveedor de confianza. Es como la fruta, como los tomates, puede haber grandes diferencias de unos a otros tratándose de la misma variedad. Así que el primer paso, es localizar ese comercio, esa señora, o ese lugar donde año tras año nos las van a suministrar. 

En casa no solemos comprar los packs que ya vienen con su chorizo y tal... básicamente porque añadimos más "compango"; que así se llama a la morcilla, pancita y chorizo que las suele acompañar.

Un apunte. Si decimos fabes; decimos "les fabes", o unes fabes. Y si decimos fabas, decimos las fabas o unas fabas. Eso de las fabes nos chirría pero mucho a todos los "nativos". 

Pasa lo mismo que con las vacas que son les vaques. Decir: una vaque, suena de pena. Cuidado que une vaque ya es para morirse!!, sencillamente no existe. Una vaca es una vaca en Asturias y en todas partes. 

La gente se hace unos líos tremendos con algo tan sencillo como coordinar nombre con artículo. Sentados a la mesa del restaurante si pedís "unas fabes" está claro que sois "forasteros".


- "El compango". El chorizo, la morcilla, el tocino y el lacón que acompañan la fabada reciben el nombre de compango. Y no vale que sean de cualquier clase. El chorizo y la morcilla asturiana que se usa para la fabada tiene un especial sabor ahumado que los hace diferentes. Por eso tienen que ser también de allí para obtener un buen resultado. Por supuesto que lo ideal es tener también un proveedor de confianza, pero hay marcas como Juntamar, que se encuentran en los supermercados y que dan un fantástico resultado. Los de esta fabada son de Alto Aller.

Al compango en mi casa incorporamos a veces un trozo de tocino ibérico y le va de miedo, y el lacón según tengamos o no. 





INGREDIENTES PARA 6 PERSONAS

- 6 tacitas de café de fabes.
- 3 chorizos.
- 3 morcillas.
- 1 trozo de tocino.
-1 trozo de tocino ibérico ó 1 trozo de lacón.
- Aceite de oliva.
- Azafrán.



PREPARACION

Vamos a preparar les fabes de víspera, que es como más sabrosas y mejor están. Así por la mañana, las ponemos a remojo en agua fría que las cubra ampliamente. Y por otro lado desalamos el lacón y el tocino en un bol con agua templada.

Por la noche, (al cabo de unas doce horas) colocamos en la olla les fabes, y todo el compango, añadimos agua justo para que las cubra, un chorrito de aceite y unas hebras de azafrán. NO añadimos sal. Cerramos la olla y cuando  suban los anillos contamos 5/ 10 minutos.

Sé que es diferencia es mucha. Casi el doble. De qué depende??: de la faba. Si la faba es de la mejor calidad, soportará los 10 minutos sin que se le vaya la piel ni se rompa y quedará tierna como la mantequilla. Por eso, cuando es la primera vez que trabajamos con unas fabas, lo mejor es dejarlas 5 minutos, abrir y ver cómo están. Si alguna ya ha empezado a perder la piel, o partirse, lo dejamos ahí, sino... repetimos la operación. 

Lo mejor es tener cada temporada las fabas del mismo sitio así sabemos cómo van a responder a la cocción. Aunque ha de tenerse en cuenta de que con el paso de los meses necesitaran algo más de tiempo para estar en su punto (hablo de dos o tres minutos más).

El precio del kilo de fabes ronda este año los 13 euros. Cada año varía. 




Una vez destapemos la olla, será conveniente dejarlas cocer un poquito más a fuego muy lento. Se trata de que la salsa engorde, y en dos ocasiones subimos el fuego a ebullición y lo cortamos con un poquito de agua fría. Eso se llama "asustarlas" se dice que hace que resulten aun más tiernas. Miramos también si necesitan algo de sal.

Se llevan a la mesa colocando a parte el compango en una bandeja para que cada cual se sirva lo que le apetezca.

Este plato es plato único como se puede uno imaginar. Es difícil resistirse a la tentación de repetir, pero hay que controlarse pues podemos, pasadas unas horas, acordarnos de la fabada y ser incapaces incluso de cenar.

Pero les fabes admiten postre; y de hecho lo más típico es rematarlas con un buen queso como el Cabrales o la Peral. Y para los más golosos el tradicional arroz con leche, cuya receta ya os formulé en otra ocasión. Podéis verla Aquí

Un plato de origen humilde por sus ingredientes sencillos, que se ha convertido con el tiempo en un manjar que podemos encontrar en grandes restaurantes como su codiciada especialidad!





Beatriz Tobegourmet.



Crema aranesa con merengue y anís. Receta.

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La crema aranesa la descubrí en un restaurante del pueblo de Gessa en el Valle de Arán. Figuraba entre los postres y al preguntar me dijeron que se trataba de algo parecido a las natillas, y que seguro que me iba a gustar. Lo cierto es que así fue. Es una crema del estilo de la crema catalana, a base de yemas, azúcar, leche y vainilla, y se sirve generalmente con una nube de merengue tostado encima.

En "Casa Rufus", que así se llama el estupendo restaurante donde la probé, le añadían un poco de anís y lo cierto es que el resultado final era simplemente delicioso.




Tenía clarísimo que ese postre iba a quedar incorporado a mi recetario, y no tardé en investigar y descubrir la receta para poder saborearlo sin necesidad de viajar a aquel lugar. 

Se parece en cierto modo a la famosa "île flotante" o isla flotante, sobre todo por la idea del merengue sobre la crema, pero ésta es más espesa que en el conocido postre de origen francés, del que sin duda ha debido de recibir influencia. 




He recordado esta receta, que debo deciros no puede ser más fácil de preparar, cuando esta misma semana llamé de nuevo al restaurante para reservar mesa para el próximo sábado. 

Parece que después de un mes de febrero con absolutamente todos los fines de semana de frío y mal tiempo se va a poder esquiar con buenas condiciones y sol, que es el requisito que pongo a mi familia para deslizarme ladera abajo, una y otra vez, con la edad que una ya va teniendo. Eso de lanzarse al vacío entre una espesa niebla blanca, con el suelo blanco y todo blanco, mientras te nieva encima, te golpea el viento y se te congela la nariz, ya no es para mí.




La receta de la crema aranesa efectivamente se parece mucho a la de las natillas. Aunque el toque de las claras montadas tradicionalmente se hace cociéndolas sobre la leche de la misma crema, allí las sirven tostadas y con un poco de azúcar por encima.


Ingredientes:

- 7 yemas de huevo L.
- 4 claras de huevo L.
- 1 litro de leche entera.
- 200 g de azúcar.
- 50 g de azúcar más.
- 15 g de Maizena.
- 1 cucharada de esencia de vainilla.
- 1 chorrito de anís.


Preparación: En un bol mezclamos las yemas con el azúcar con la ayuda de unas varillas hasta blanquear las yemas. Añadimos luego la Maizena y un poquito de la leche; seguimos batiendo. En una cacerola baja vertemos el resto de la leche con un chorrito de anís y la esencia de vainilla. Incorporamos la mezcla anterior y la calentamos mientras removemos. Cuando esté a punto de hervir la retiramos de fuego, y seguimos removiendo un par de minutos más.

Colocamos la crema en seis recipientes y la dejamos templar. Yo he elegido estos cuencos de la marca Bloomingville; los tenéis en Valentina en San Sebastián. Una tienda que me encanta y vale la pena visitar.

Montamos las claras con el azúcar con ayuda de unas varillas eléctricas. Con un dispensador de helado grande, o con un par de cucharas formamos bolas sobre una bandeja del horno. Espolvoreamos azúcar por encima y las ponemos en el horno en modo grill, a 200 º hasta que doren.

Las retiramos de la bandeja con la ayuda de una espátula y las colocamos sobre la crema. Voilá!




Un postre sencillo y rápido con el sabor de lo tradicional. La crema aranesa es dulce y apetecible siempre. La cantidad de yemas y azúcar hacen que sea muy calórica y perfecta para la merienda de los niños que siempre agradecen lo hecho en casa. 

Y para los adultos una propuesta culinaria, clásica y a la vez novedosa con su toque de anís y su merengue tostado, que será un éxito seguro si queremos quedar bien en una comida o una cena donde necesitamos acertar y complacer a nuestros invitados.





Beatriz Tobegourmet.



Ventajas e inconvenientes de tener un blog gastronómico.

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Dos años escribiendo sobre restaurantes, eventos gastronómicos, y contando y fotografiando recetas a lo largo de exactamente 300 post me autorizan sobradamente para valorar lo que supone gestionar y editar un blog gastronómico, y cuales son sus ventajas e inconvenientes.

"Perdona la indiscreción? tu vives de ésto?""Se gana dinero?". 

La gente que está al otro lado lo tiene muy claro. Rentabilidad. Esa es la mayor preocupación. Y bien, es rentable tener un blog de..... recetas???

En los próximos párrafos os voy a responder de forma muy clara a estas cuestiones que tanto interés despiertan entre nuestros lectores y entre los bloggers que empiezan.



El día que decidí empezar a escribir ordenada y casi diariamente sobre mis recetas, mis cenas y mis peripecias gastronómicas en un blog, no tenía ni la menor idea de lo que estaba por venir. No sé muy bien por qué lo hice, seguramente como hacen los niños que aprenden de sus padres "por imitación". Yo leía blogs. 

Mi primer reto fue ser visible para google. Existir. Cuando uno escribe quiere tener lectores y yo quería tener muchos lectores. Ahora los tengo; en Navidades unos cinco mil al día... y a partir de entonces, los suficientes para sentir que he cogido velocidad de crucero y que ésto marcha.

Bien, hasta ahí muy bonito. Me lee mucha gente, si, pero mi blog se abre de forma gratuita igual que se descarga la música del ordenador. Qué ventaja obtengo de todo ésto, aparte de contribuir a alimentar mi autoestima y mi ego?

Y...... cuál es el precio que hay que pagar para estar bien situado en esta "partida de Monopoly gastronómico" que representa formar parte de la comunidad de bloggers de cocina?


10 VENTAJAS.

1- Tengo amigos repartidos por todo el país. No lo esperaba. Siempre me ha parecido un poco marciana la gente que decía haberse conocido en internet. Los bloggers nos hacemos visibles gracias a las redes sociales. Interactuamos en Facebook, twiter e instagram. Hay días en que hablo más con mi amiga Patry de La Coruña que con mi madre que está en San Sebastián. Si voy a Madrid Cósima me espera con la cama preparada, y si viajo a Barcelona puedo contar con que Gemma hará de mi estancia una experiencia inolvidable, estoy segura.

En Ibiza Mª José, en Mallorca Manu, en Málaga Luisa, en Asturias Marga, en Tarragona Silvia, en Zaragoza Patricia,  Bilbao Virginia, en Valencia Pili, en Cáceres Rafa..... en Salamanca, en Córdoba, en Londres y en París... Nunca he hecho una lista pero son un montón!!!


             Con Patry y Luisa en Barcelona, evento Nestlé.


2- Hablando de hacer amigos.... como cada vez son más las marcas que están interesadas en que pruebe sus productos y os lo cuente con algún ejemplo práctico.... todas las semanas llegan paquetes a casa, lo cual ha favorecido mi relación con Lucía, que es el cartero de Correos, y los courriers de DHL, SEUR, Nacex, etc... que reparten en La Rioja. Son ya como de la familia.

Cuando se establece una relación más duradera con las marcas, con sus responsables también ha llegado a surgir la amistad; como con Amanda Englund de Mandisign.




3-  El día de mi cumpleaños recibí 248 felicitaciones. Y eso mola.

4- Resulta que soy influencer,  y por eso me invitan a eventos, congresos, cursos y blog trips. Viajes de fin de semana para conocer lo mejor de la gastronomía de una zona que se quiere promocionar. Te alojan en un hotel con encanto, cenas en los mejores restaurantes y visitas las fábricas que producen los tesoros de ese lugar.... aceite, miel, quesos, chocolate... 




Luego, yo se lo voy contando a cuatro mil contactos de FB, a mis mil quinientos seguidores de twitter, los ochocientos de instagram, y los que me leéis por aquí que no os tengo computados porque los poco más de setecientos seguidores oficiales representan sólo una parte de los lectores reales; ya que podría decirse de ellos que "no son todos lo que están ni están todos los que son".




5- He recuperado mi afición por la fotografía. Para que un blog tenga cierto éxito es necesario convencer con imágenes. Igual que en la publicidad, una imagen siempre vale más que mil palabras. Con catorce años iba ya con mi réflex siempre a todas partes, y cuando llegó la revolución digital me reconvertí a las compactas y sufrí una involución. Esto está cambiando y he retomado mi relación con la luz, los objetivos, las composiciones armónicas. Veo la realidad en 3:2.

Me han surgido propuestas y tengo proyectos en mente que ejecutaré cuando encuentre el momento oportuno.




6- Cuando entro en un restaurante sé que voy a ocupar la mejor mesa y tener las mejores vistas, y una interesante conversación con el artífice del menú. Será ya siempre una experiencia de la que voy a salir mucho más satisfecha a nivel intelectual. Observar al chef entre bambalinas, y ver su espectáculo desde primera fila de butacas.




7- He notado un considerable ahorro en mi gasto en ropa. He cambiado Bimba y Lola por Zara Home. Sin duda es mucho más económico un plato bonito que un pantalón, y como no quiero cambiar de talla hace bastante que no me compro ninguno. 

Porque señores y señoras el blog engorda por razones que son obvias. Hay quien dice que me favorece, básicamente mi madre, que antes estaba demasiado delgada. En fin. 




8- Soy menos chapas con mis amigos, el blog es un instrumento perfecto para el desahogo, al menos si uno lo concibe como una bitácora. Hay cosas que las cuento aquí y ya no tengo necesidad de volverlas a contar. Escucho más.... y eso es bueno.

9- He aprendido a cocinar. Bueno algo ya sabía.... pero ahora elaboro mi propio foie, hago macarons y unos éclairs que te mueres.





10- Un blog es una valiosa herramienta de marketing y comunicación. Si pretenderlo he creado la marca "To be Gourmet". Ahora estaría en mucha mejor disposición que hace un par de años, si lo considerara oportuno, para crear un negocio bajo ese nombre: Un catering, una tienda on line, una escuela de cocina. 

A través de mi blog puedo demostrar ciertas habilidades muy bien definidas, siendo una valiosa tarjeta de presentación, entre otras cosas, como food photographer, o home economist que es hacia donde actualmente se dirigen mis intereses profesionales.




Un blog no constituye una fuente de ingresos sustancial en sí mismo, al menos suficientes como para vivir de él, pero es un puente para colocarte en la situación de conseguirlos de muchas otras formas y maneras.



5 DESVENTAJAS

1- He notado que cada vez me invitan menos a comer o cenar. Existe un absurdo miedo escénico a cocinar para mí. Mis amigos empiezan a pensar que sólo me van a poder satisfacer ofreciéndome platos muy elaborados, postres churriguerescos y café acompañado de petit fours.

Así que Jose y Laura, sois unos valientes, y aun sueño con las albóndigas con sepia del otro sábado y con el estupendo tiramisú. Espero volver a repetir pronto, aunque siguiendo el turno, ahora les correspondería a Beatriz y esposo deleitarnos con su exquisita tortilla de patata, su deliciosa ensaladilla o esas almendras fritas que son para echarse a llorar!!

2- Mi hijos están seriamente insatisfechos e insisten en que deje de cocinar "cosas raras". Mi marido no soporta tener que esperar a que acabe de fotografiar la comida para sentarse a la mesa. Empiezo a tener problemas con la familia.




3- He comenzado a tener manías persecutorias. Cuando frecuento sitios muy concurridos pienso que por cuestiones estadísticas me está observando algún fan o seguidor, pero no sé quien es. Esto me pasa desde que han empezado a abordarme algunas personas en la calle o en alguna tienda preguntándome "si era yo". Al principio resulta divertido e incluso gratificante, pero cuando alguien me mira fíjamente, mientras me sujeto a la barra del autobús urbano, me asalta la duda y si llevo una bolsa del Lidl la intento ocultar. En una ocasión tuve que beberme dos litros de agua después de comer sus anchoas en aove... pero hay que reconocer en materia de hojaldre precocinado son lo más, así que de vez en cuando peco.


4- Cocino cosas absurdas en días inapropiados como una tarta de cuatro pisos un martes del mes de febrero. Luego no sé que hacer con ella.




5- Estas Navidades todos los dedos apuntaban hacia mí. "Ella, quién si no va ha hacer la cena para los veintiocho?". Creo expectativas sin intención alguna, incluso con la intención absolutamente contraria.

Ventajas y desventajas personales, que estoy seguran compartirán en mayor o menor medida mis compañeros bloggers. Y ahora respondo a la pregunta con la que comenzamos esta disertación. Es rentable mantener un blog gastronómico? Partiendo de que la rentabilidad es la capacidad de producir o generar un beneficio adicional sobre la inversión o esfuerzo realizado, mi respuesta, sopesados los pros y los contras, es rotundamente afirmativa.  

SI.






Beatriz Tobegourmet.

Sorbete de mandarina y vodka con Thermomix.

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Hay recetas que son un clásico para estrenar la Thermomix. Con las croquetas y el sorbete de mandarina se llega a coger vicio; porque es fácil y rápido y el resultado muy de gustar a todo el mundo.

Este sorbete riquísimo lo estuve haciendo compulsivamente durante semanas, hasta que alguien se atrevió a tomar la iniciativa y rogarme por favor que "cambiara de canal".

Y como funciono un poco por inercia dejé de hacerlo y no lo volvimos a tomar. Eso hasta hace poco en que me lo ofrecieron en una cena de amigos y entonces reviví la agradable sensación que deja en boca la mandarina dulce y fría... y no esperé ni un día para volver a caer.





Yo "la thermo" me la compré por convicción propia.

Era reacia porque estaba empeñada en que lo de hacer las cosas a mano, y con los menos inventos posibles, suponía mantenerse más fiel a lo que yo siempre he entendido por cocinar. Pero finalmente descubrí que en absoluto, y que cuando pasas tiempo en la cocina toda ayuda es buena, y acabé absolutamente convencida sin necesidad de nadie que me la tuviera que"vender".

Así que cuando se personó en casa mi "presentadora" con la maquinita en mano, francamente me sobraba la "demostración" que al parecer por protocolo te hacen. Pero la buena mujer se empeñó. Y lo hizo para mi desgracia. 

La consigna parece ser "hemos de demostrar lo eficiente y rápido que se cocina con ésto", así que en menos de una hora tenía pan rallado, salsa de tomate casera, bechamel, sorbete de limón, y otras veinticinco cosas más. Aquella señora lo dio todo, pero me dejó mi Thermomix, recién desprecintada, llena de chorretones y perdida de harina. La despedí muy educada con mi sonrisa de oreja a oreja y cuando cerré la puerta casi me dan ganas de llorar. 

Soy "muy así" con las cosas nuevas. Me gusta que reluzcan al menos un tiempo, y los primeros días, suelo tratarlas con mucho cariño. Es normal ... no?





La experiencia con la presentadora en cuestión no quedó ahí, semanas después comenzó a remitirme E mails que alternaban alguna que otra receta con los chistes más de moda en internet, lo cual me dejó ya absolutamente alucinada.

El summum fue cuando recibí el típico "si no se lo reenvías a otras 58 personas en menos de media hora serás un ser humano desgraciado y morirás en menos de doce meses".

Supongo que lo anterior fue absolutamente excepcional, pero así es como fue y así es como conocí esta receta que os traigo hoy a la que he decidido añadirle un poco de vodka por aquello de darle un aire distinto.


Ingredientes:

- 1 kilo de mandarinas.
- 80 g de azúcar.
- 50 cc de vodka.
- 1 naranja.




Preparación:

Pelamos las mandarinas y limpiamos muy bien cada gajo quitando con cuidado los hilos y la parte blanca. Si tienen semillas se tendrán que retirar también. A mi me han gustado mucho las que me enviaron de Naranjas de Castellón, ya que el gajo era fino y muy limpio, con pocos hilos y además no encontré ninguna semilla. Esto facilita mucho la tarea de preparar la fruta para el sorbete.

Las naranjas y mandarinas de esta empresa de venta exclusiva on line han madurado de forma natural en el árbol y llegan a casa directamente desde el campo de cultivo. Eso garantiza un aroma y un sabor que ya no se encuentra con facilidad en las que se comercializan de forma industrial.

En un par de bolsas de congelación guardamos los gajos limpios y los dejamos unas doce horas en el congelador. Yo lo suelo hacer de un día para otro. 

En el momento de servir, las volcamos en el vaso de la Thermomix, añadimos el zumo de naranja, el azúcar y el vodka, y esperamos unos 5 minutos a que se descongelen un poco. A continuación trituramos en velocidad progresiva de 5 a 10 en varias veces hasta obtener la textura deseada.




Como postre resulta muy agradable y de gran aceptación; se sale un poco del clásico sorbete de limón con cava. Es algo más dulce pero igual de refrescante y agradecido tras una comida copiosa en la que apetece acabar con algo ligero.

Aun estamos en época de naranjas y mandarinas, así que es un buen momento para poner en práctica esta sugerencia que no puede ser más fácil y económica y resulta un excelente final a una buena comida o cena.






Beatriz Tobegourmet.



Vegetales en tempura con dip de soja.

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Para mi gusto 3 son los requisitos que debe reunir una rica tempura: Que esté crujiente, que no esté grasienta o aceitosa, y que sea fina. 

La tempura es una técnica culinaria japonesa que consiste en una fritura rápida de vegetales, mariscos e incluso de carnes blancas. En mi caso he optado por unas verduras intentando combinar colores para dar más vistosidad a la presentación. He leído que los japoneses son muy cuidadosos en este aspecto y que procuran buscar combinaciones cromáticas atractivas.

Son muchos los vegetales que pueden ser preparados en tempura: zanahorias, pimientos, cebolla, rábanos, setas, berenjenas, espárragos, remolacha, judías verdes, coliflor o brócoli...


Preparar la tempura en casa no es demasiado complicado. Se hace a base de yema de huevo, harina y agua muy fría. También se puede hacer en agua con gas y cerveza. Sin embargo, en el mercado podemos encontrar la "harina especial para tempura Santa Rita" con la que tenemos asegurado un magnífico resultado.

Con esta harina, no es necesario añadir huevo; por lo que es un rebozado apto para alérgicos a este ingrediente. Solo hay que incorporarla al agua fría y basta. 

Los productos que se fríen en la tempura deben de ser de tamaño pequeño, apto para comer con palillos, que es como lo harían los japoneses, así que los trocearemos de forma fina. Nosotros podemos tomar los vegetales así cocinados directamente con los dedos; a modo de finger food.


La tempura se suele acompañar con diferentes salsas para remojar en ella los bocados, nunca para verterlas por encima. La más típica es la salsa de soja. El sabor salado de esta salsa me encanta; así que os propongo un dip que me sirvieron en un restaurante para acompañar unos langostinos en tempura: una mayonesa de soja.

Ingredientes:
- 1 pimiento verde italiano.
- 1 pimiento rojo alargado.
- 1/2 calabacín.
- 1/2 berenjena.
- 110 g de harina especial tempura Santa Rita.
-150 cc de agua.
- Aceite de oliva virgen extra.

Para el dip:

- 1 huevo.
- aceite de oliva.
- 1 ó 2 cucharaditas de salsa de soja.

Preparación:

Para preparar el dip hacemos una mayonesa; a mí me gusta con aceite de oliva extra, pero si os molesta el sabor intenso podéis sustituirlo por otro más suave para que al añadir la salsa de soja no se perciba tanto. Una o dos cucharillas de café pueden ser suficientes. Lo mejor es probar y ver el punto que más nos gusta. Ojo! no le añadiremos sal.  



A continuación en un bol colocamos agua fría con unos hielos. Mientras el agua se va enfriando, aun más, lavamos y cortamos las verduras en tiras finas y alargadas y reservamos. En otro bol preparamos la tempura añadiendo los 150 cc de agua y la harina. Removemos con unas varillas ligeramente hasta conseguir una pasta ligeramente espesa.  


En una sartén con aceite bien caliente vamos friendo las tiras de verduras pasadas ligeramente por la tempura. No conviene rebozarlas en exceso o nos encontraremos luego con demasiada masa. A mí me gusta que se transparente un poco y se vea el ingrediente y su color. 

Con 3 minutos en el aceite nos basta. A continuación las retiramos con una espumadera y las dejamos un momento sobre papel absorbente.

Las servimos acompañadas del dip de soja. Al centro para ir picando, o de forma individual.





Beatriz Tobegourmet.



Restaurante Arbelatiz en San Sebastián.

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Eso de haber nacido en el mes de enero es un poco una faena. Al principio porque con la cosa de los Reyes Magos, y pocos días después, la familia ya se ha desinflado en el asunto de los regalos; que para cualquier niño es sumamente importante. 

En la actualidad, resulta complicado tras las fiestas de Navidad, en plena cuesta de enero, y temperaturas que no invitan a salir, localizar un restaurante donde encontrar ambiente y estar rodeado de mesas con comensales en pleno disfrute.

No es el caso del Restaurante Arbelaitz, que el 25 de enero tenía prácticamente completa su estancia, pese a que afuera caían chuzos de punta. Bien es cierto que este local cuenta con la ventaja de gozar de varios ambientes, y tener divisiones con paneles que permiten crear en un momento dado una sala acogedora donde uno pueda cenar en una atmósfera íntima y agradable.




Cuando sé que voy a escribir sobre un restaurante, procuro llegar más bien pronto para poder hacer alguna fotografía sin molestar a nadie. 

Esta zona del Restaurante Arbelaitz, más iluminada, cuenta con cuatro o cinco mesas flanqueadas por pequeñas bibliotecas. Siempre me han gustado los comedores decorados con libros. Cambiar alacenas  con vajillas por estanterías con tomos e historias encuadernadas me parece sumamente acogedor.

Por el día sus grandes ventanales se abren al paisaje verde del alto de Miramón, y la luz lo llena todo.

Es precisamente al mediodía cuando este restaurante es frecuentado por profesionales y ejecutivos que trabajan en las oficinas de la zona. Existe de hecho, la posibilidad de comer, de la mano de un estrella Michelín como es Jose Mari Arbelaitz, un menú de 32.40 euros expresamente pesando para este tipo de ocasiones y que se llama "menú de negocio".




Además de la carta, existen varias opciones de menú. Francamente nuestra idea era probar el "menú degustación" que es siempre el más completo y el que puede crear una idea más exacta del tipo de cocina que se hace en cada sitio. 

Sin embargo, por diversas circunstancias, esa noche no tenía demasiado apetito, y pensé que era buena idea apostar por el menú llamado "Torres de Arbide" más corto y más económico, y medir así si ciertamente pagando menos se puede comer a la altura de lo que uno espera de un restaurante con esta categoría.

Tras un delicioso aperitivo a base de pimientos asados sobre emulsión de anchoas, que figura sobre estas líneas entramos de lleno en el asunto.




"Ensalada de escarola, y alitas de paloma torcaz confitada". Reconozco que no soy muy de paloma, y pese a que la combinación de sabores era buena, no disfruté demasiado con este plato aunque a mi acompañante le gustó mucho. He visto que ahora ya no se encuentra en ese menú y que ha habido algunas variaciones desde que estuvimos allí; que ha sido hace no demasiado. Bien es cierto que los menús siempre varían en atención a lo productos que están de temporada. Los postres sin embargo siguen siendo los mismos.




Sin embargo la "Coca de sardinas marinadas, crema de anchoas en salazón y vinagreta con matices de pistacho" he de decir que me entusiasmó. Una excelente combinación de sabores con producto de primera calidad.

Muchos menús alternativos al más completo menú degustación, incluyen por sistema un plato de huevo escalfado, o yema de huevo de caserío con tal o cual cosa... Yo en eso siempre me encuentro con el mismo asunto: Mi marido, muy viajero, puede comer sopa de pez globo en China, lengua de bacalao en Noruega, o chapulines en Mexico que son saltamontes. Pero que no le den huevo, si, huevo del nuestro, porque no lo soporta. 

Así que solicitamos un cambio en el menú, que siempre se admite sin problemas y gracias a estas extrañas manías pude degustar dos de los platos que más me gustaron del menú; sobre todo el segundo de ellos.




"Cardo, zanahoria, brandada de bacalao y queso". Me encantan las verduras y si son al dente mejor. Estas estaban perfectamente cocinadas, la brandada muy suave y el queso le iba muy bien.




"Lubina, cabracho y salmonete marinados con jugo de guiso de tomate". Excelente. Un plato basado simplemente en una muy buena materia prima y en una buena técnica de cocinado. Jose Mari nos comentó que es un plato con el que estaba ensayando y que no lo había sacado nunca a la sala. Tuvimos el placer de probarlo y le animé a que lo tuviera presente en su menú. Francamente rico.




"Risotto de berberechos, mejillones y txangurro". Me gustan los risottos por sistema, sólo necesito que estén bien ejecutados, que el grano esté como debe, que estén melosos pero no en exceso.... todo lo demás me va a parecer bien siempre. Y esta combinación de ingredientes que hasta ahora no había probado en este formato me resultó como no podía ser de otra forma... muy buena.




Esta es la "Papada asada con cebolletas glaseadas, perretxicos y txipis". Se me hizo corto este plato, pero entiendo que fue por propia gula. La papada exquisita, pero entiendo que dentro de un menú con varias propuestas hay que ser moderado, y al final he de reconocer que la cantidad y el tamaño era el perfecto para poder seguir adelante.

Sobre todo si lo que nos esperan son estos deliciosos postres.




"Sorbete de piña, leche de coco fermentada y espolvoreado con naranja". Un postre que se agradece tras el plato anterior y tras un menú que al final resultó muy completo. Fresco, y agradable, muy rico.




El "Bizcocho de arroz, sopa de canela, helado de canela y manzana" fue el broche de oro a una cena que resultó francamente agradable. Dulzón como a mí me gusta. Siempre me quedo con las ganas cuando me encuentro con postres a base de cítricos o infusiones de tal o cual cosa. Yo necesito un poco esos postres de toda la vida, a base de canelas, bizcochos, cremas.... Así que perfecto.




Llegamos de los primeros pero nos fuimos los últimos. Apuramos la charla y el café hasta que ya fue siendo hora de retirarnos. Jose Mari pasó a saludarnos y charlamos un buen rato con él. Es el pequeño de los hermanos Arbelaitz; el más popular quizá sea Hilario al cargo del conocido Zuberoa. Pero este cocinero entrañable, ha sabido combinar con maestría tradición y vanguardia con combinaciones atrevidas que se pueden descubrir profundizando en su carta.

Su Restaurante, está situado en el Parque de Miramón de San Sebastián, próximo al Basque Culinary Center y a otros edificios de carácter futurista con los que guarda sintonía, no solo en la arquitectura de su local sino en su decoración sobria y moderna. Como en otras ocasiones, ya que esta no era la primera ni mucho menos, fue todo un placer!




Beatriz Rodríguez.



Plum cake de frutas escarchadas y Baileys. Receta.

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Este pasado fin de semana pareció comenzar a asomar por fin la esperada primavera. Días luminosos, ganas de comprar flores para reponer las marchitas matas de invierno... 

Deseos de cambios y de afrontar los próximos meses con nuevas ilusiones, nuevos planes. Me gustan los cambios; a veces los buscamos y a veces nos sobrevienen. Forman parte de la historia de la vida. Flores que nacen, flores que mueren...




Si el otoño me gusta por sus colores ocres... la primavera me entusiasma. La paleta al completo..!! Primero los almendros, las magnolias, mi arce rojo; algo más tarde los primeros brotes de hortensia... Un espectáculo al que asisto admirada año tras año.

Hace unos días preparé este plum cake con intención de utilizar estos moldes tan "primaverales" de Mandisign. Me encanta preparar este tipo de bizcochos porque se pueden hacer de un montón de cosas. Aunque lo más típico es incorporar frutas dulces o frutos secos, y a veces algo de licor, una me vez me marqué un plum cake de arroz con leche que fue algo espectacular.




En esta ocasión os traigo esa combinación clásica de frutas y licor. En mi caso frutas escarchadas de las que me sobraron en Navidad que tenía guardadas sin un claro fin o propósito; troceaditas y de muchos colores quedan fenomenal en el corte.

Se me ocurrió añadirle Baileys para ver como quedaba, y bueno... tras un primer plum cake que no sabía a nada de nada porque le puse poquísimo por prudencia y miedo a pasarme ( no por el licor sino por la consistencia de la masa )... rectifiqué cantidades de harina y añadí casi el doble. Entonces sí!




Rectifiqué también otra cosa. Decidí hundir a propósito los trocitos de fruta confitada en el fondo del molde para que estuvieran bien localizados y pudieran ser apartados fácilmente por mis hijos que detestan los bizcochos rellenos de "cositas".

Ya sabéis que para que queden bien repartidos por la masa hay que enharinarlos y dejarlos caer. En este caso no solo no lo hice, sino que los empujé con una cuchara intencionadamente al fondo, para así tener que evitar comerme el segundo plum cake yo sola!! Fue un éxito. 

Sólo me tuve que comer los recortes de las rebanadas. Nada que ver.



Ingredientes:

- 125 g de mantequilla punto pomada.
- 125 cc de aceite de oliva.
- 4 huevos L.
- 180 g de Baileys.
- 1 sobre de levadura Royal.
- 75 g de frutas escarchadas.
- azúcar glas para decorar.

Preparación:

Troceamos muy pequeñas las frutas escarchadas tratando de seleccionar los diferentes colores en cantidades parecidas. En un bol mezclamos los huevos con el azúcar, el aceite y batimos. Añadimos la mantequilla y el Baileys y seguimos batiendo. A continuación incorporamos la levadura, y luego la harina y vamos batiendo hasta que esté todo bien mezclado y la masa sea homogénea.

Con Thermomix: en el vaso vertemos el aceite, el azúcar, los huevos y programamos 1 minuto, vel. 4. A continuación añadimos la mantequilla y el Baileys y batimos 3 minutos, vel 4. Por último echamos la levadura y la harina y seguimos mezclando en la misma velocidad hasta que esté todo bien integrado.




Vertemos la masa en el molde e incorporamos los trocitos de frutas bien enharinados para que queden distribuidos por toda la masa. Precalentamos el horno a 180º y lo dejamos 40/45 minutos. Cuando se temple lo decoramos con azúcar glas.

Con las cantidades que os he indicado salen dos plum cakes de este tamaño que no es demasiado grande, ideal para regalar, porque en estos moldes desechables de la casa Vestli no nos tenemos que preocupar de como presentarlo, así tal cual queda fenomenal.




Otra opción, para entregar como detalle, es empaquetar un par de rebanadas de este rico plum cake en una bolsita de papel como ésta; Chevron negro a rayas de Mandisign. 

Lo hecho en casa siempre es algo bien recibido y con lo que vamos a quedar muy bien. Como veis la receta es bien fácil y se prepara en un momento. Ideal para ofrecer en un desayuno si tenemos invitados en casa, o en una merienda de amigas con un café o un té. Este jugoso bizcocho de Baileys con frutas escarchadas es una delicia!





Beatriz Tobegourmet.



Tarta Hummingbird de Martha Stewart. Receta.

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Esta bizcocho o pastel, de textura y sabor delicioso, había sido horneado para convertirse en una layer cake, o tarta en capas. Dividí como siempre la masa en dos moldes y los coloqué en el horno a la vez. Eran sobre las tres y media del pasado viernes. Pero sucedió que uno de ellos no sobrevivió a la salida del cole y la llegada de mis hijos a casa que, embriagados con el aroma que salía de la cocina, empezaron a dar saltos de alegría. Fue devorado sin piedad y yo no me supe oponer.

Así que me quedé sólo con el que veis, que por otra parte tiene un copete tan bonito que daba pena rebanarlo para el montaje de la layer cake. Así que decidí cambiar de planes y hacer este pastel tal vistoso que nos sirvió de merienda al día siguiente.




Lo tenía marcado desde hace tiempo en el libro de Martha Stewart que me traje de Nueva York. Contiene más de ciento cincuenta recetas de tartas, plum cakes, layer cakes, bundts... una pasada! Me estrené hace poco con la red velvet cake que fue todo un éxito. Podéis ver la receta AQUI.

Y ante esta nueva incursión en sus apetitosas propuestas puedo deciros que la cosa promete, y que siento el impulso de seguir reproduciendo cada una de sus páginas y materializándolas en mi mesa; porque este bizcocho, tarta, o pastel, o como se le quiera llamar, es la cosa más rica que os podáis imaginar. Se llama "Hummingbird cake" o tarta colibrí, y es un clásico en América.




Tierno, húmedo, con diferentes texturas y muy sabroso. Lleva nueces y plátanos, pero además piña, canela y coco. He ajustado un poco la fórmula porque hay que ver la cantidad tremenda de azúcar que incorpora la receta... !! Con un treinta por ciento menos está la mar de buena.


Ingredientes:

- 285 g de harina de repostería Santa Rita.
- 1 cucharadita de café de bicarbonato.
- 1 cucharadita de café de canela en polvo.
- 100 ml de aceite de oliva.
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla.
- 300 g de azúcar.
- 3 huevos L.
- 180 g de plátano (2 maduros).
- 200 g de piña. (puede ser en almíbar).
- 80 g de nueces.
- 80 g de coco rallado.
- Una pizca de sal.


Frosting

- 250 g de mantequilla.
- 250 g de queso crema (tipo Philadelphia).
- 400 g de azúcar glas.





Preparación:

En un bol mezclamos la harina con el bicarbonato, la canela y la sal y removemos hasta integrar. En otro recipiente mezclamos los huevos con aceite, el azúcar y la esencia de vainilla. Incorporamos el plátano chafado previamente con un tenedor y batimos. A continuación agregamos las nueces peladas y picadas finas, luego el coco rallado y vamos batiendo bien cada vez para integrar. 

La piña que utilicé fue en almíbar, venía previamente troceada y lo que hice fue colocarla sobre papel absorbente para eliminar el líquido. Luego se añade a la mezcla anterior y se bate de nuevo.

Entonces comenzamos a incorporar la mezcla de harina y canela, previamente preparada, en varias veces mientras vamos batiendo. Yo he utilizado la Thermomix para todo el proceso alternando la velocidad 3 y 4.

Si queremos hacer un layer cake, o tarta en capas, dividiremos la masa en dos moldes pequeños (de 19 cm de diámetro) que se horneen a la vez en horizontal a 180º unos 45 mts. Luego montaremos un bizcocho sobre otro y le haremos dos cortes a cada uno para obtener 3 capas de relleno. Si por el contrario nos apetece hacer una única tarta o pastel buscaremos un molde más grande y le haremos un único corte en el medio. El tiempo de cocción es el mismo. Como cada horno es un mundo, lo mejor es comprobar con una aguja si ya está hecho; será cuando salga limpia.

Dejamos enfriar sobre una rejilla el bizcocho o bizcochos, antes de proceder al relleno.




El frosting de crema de queso se hace batiendo el azúcar, la mantequilla y el queso hasta obtener una crema fina; los dos últimos han de estar blandos o a temperatura ambiente. Con la Thermomix en velocidad 5.

Las cantidades que os he dado son las necesarias para cubrir una layer cake con tres capas, más todo el exterior. Para una tarta simple con un solo corte como la que os muestro os basta con algo menos, pero recomiendo hacer cantidad abundante; siempre podemos guardar lo que nos sobre y tomarlo por ejemplo con unas fresas...




Para cubrir una layer cake, o tarta en capas, lo mejor es enfriar el frosting al menos una o dos horas para que esté más firme y se pueda extender con una espátula sin problema. Si por el contrario os apetece lograr este efecto, que hace la tarta tan apetecible, basta con enfriarlo un cuarto de hora a lo sumo, cortar el bizcocho en dos partes, aplicar una cantidad generosa y tapar.

En la mesa podéis acompañarlo con un bol que contenga más crema por si alguien se quiere añadir un más; aunque la textura y el sabor de este bizcocho invitan a degustarlo si necesidad de ningún acompañamiento, o alternado un bocado más fresco y dulce con la crema, y otro más intenso sin ella.

El color oscuro se lo da el plátano que domina en el sabor, la piña su dulzor, y el coco y las nueces aparecen en su textura... tan especial. Una receta exquisita que invita a hacerla una y otra vez más!




Beatriz Tobegourmet.



Macarons de queso y frambuesa con oro comestible.

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Hace casi un año que aprendí a hacer macarons de la mano de una profesora francesa que dominaba la técnica a la perfección. Los repetí en casa pocos días después para asegurarme de que era capaz de hacerlos sola, y después de esta comprobación me limité a comprarlos alguna vez en Francia y en Suiza en Fauchon. Imperdonable.

Hace unas semanas vi unos macarons preciosos en la web de Ladureé. Eran de color rosa y estaban cubiertos de oro comestible. Creo que pertenecían a una edición especial por San Valentín.





Entonces me entraron unas ganas tremendas de tenerlos entre mis manos y, no siendo fácil la cosa,  decidí por fin volver a poner en práctica aquellas útiles lecciones que recibí en Isabella L'Atellier y hacérmelos yo misma; ya que aun disponía de algunos copos de oro comestible del que me surte Mamen de Oro Gourmet.

Sé que no puedo haber comparación alguna entre mis macarons y los de Ladurée, pero tampoco están demasiado lejos. Al fin y al cabo también son macarons.

Me han contado que los mejores del mundo son los de Pierre Hermé, pero aun no he tenido el gusto de comprobarlo. Para empezar porque debería de recorrer el globo terráqueo catando por aquí y por allá. Es la única forma de confirmarlo no?




Los macarons de los que os hablo pertenecían a una colección de edición limitada con la colaboración de Nina Ricci. Estaban rellenos de confitura de frambuesa perfumada al limón y con aroma de rosa. En lugar de copos de oro tenía una hoja entera que los recubría. 
En mi versión "home made" utilicé copos de oro, frambuesas naturales y una crema dulce de queso. El resultado exquisito.




Ingredientes:

- 60 g de clara de huevos en brick.
- 80 g de almendra en polvo.
- 80 de azúcar glas.
- 70 g de azúcar normal.
- 20 g de agua.
- Colorante rosa de Wilton.

- 100 g de mantequilla.
- 100 g de queso crema.
- 300 g de azúcar glas.
- Un puñado de frambuesas.

- Oro comestible en copos. (Oro Gourmet)



Preparación: Trituramos el azúcar glas con la almendra en polvo y a continuación lo tamizamos. Tiene que quedar muy fino. Dividimos las claras en dos partes y ponemos la mitad en un bol y la otra mitad en el vaso de la batidora. Añadimos el colorante al primer bol y a continuación mezclamos bien con la almendra y el azúcar tamizado. 

Pasamos a preparar un merengue italiano; para ello hacemos un almíbar poniendo al fuego el agua y el almíbar hasta llegar a los 110 grados en un cazo, o a ojo; hasta que empiece a burbujear claramente pero sin que llegue a dorarse. Entonces lo apartamos de fuego y empezamos a montar las claras en el vaso de la batidora añadiendo el almíbar suavemente, cuando las claras empiecen a convertirse ya en un merengue flojo, y mientras: batimos. El almíbar tiene que caer como un hilo.

El merengue ha de quedar más bien durito, pero no en exceso. A continuación lo incorporamos a la mezcla del bol y comenzamos a "macaronear", o sea a remover con una espátula haciendo movimientos envolventes y aplastando la masa al acabar cada movimiento. Repetimos hasta que obtenemos una crema. No hay que pasarse con este movimiento, si lo hacemos en exceso la pasta nos va a quedar muy líquida. Os remito para todo esto a un tutorial que publiqué tras aquella clase magistral. Lo tenéis AQUI.




Rellenamos una manga pastelera con la crema y vamos dibujando círculos sobre un tapete. Yo uso el de Lékué que va muy bien. La boquilla adecuada es la del nº 12. 

A continuación los macarons tienen que secar durante 2 horas. Así que ahora que llega la primavera y el buen tiempo es el momento ideal para preparar este postre que ha venido en llamarse "de alta costura". La humedad del invierno no favorece nada.

Antes de hornear los macarons hay que golpear la bandeja del horno y dejarla caer fuerte sobre la mesa para eliminar las burbujas de la masa. Los horneamos a 150 º, pueden tardar unos 10/15 minutos; cuando veamos que se despegan con facilidad.

El relleno lo hacemos batiendo el queso, la mantequilla y el azúcar y lo dejamos enfriar una hora o hora y media. Le añadimos una frambuesas aplastadas con un tenedor y lo mezclamos con una cuchara para que quede de dos colores. Rellenamos los macarons en frío con una cucharita de café o una manga pastelera con boquilla ancha.




Espolvoreamos los macarons con el oro comestible utilizando el pincel que se adjunta con la cajita. El polvo de oro se pega con facilidad.  El resultado no puede ser más vistoso y el macaron con la combinación de queso y frambuesa resulta verdaderamente delicioso.

Perfecto para regalar en una cajita; a mí me gustan los detalles hechos por uno mismo. Y muy acertado para ofrecer con el café en una merienda, comida o cena, que esté a la altura de este pequeño bocado venerado por los más exigentes gourmets.





Beatriz Tobegourmet.





Crema de calabaza aove y coco. Receta.

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Hay una forma perfecta de mantenerse en el peso ideal sin renunciar a dulces, chocolates... y de vez un pedazo de una tarta estupenda. Básicamente se trata de compensar esos excesos con cenas ligeras siempre que nos sea posible. En la cena nos lo jugamos todo.

Yo soy mucho de cenar cremas de verduras como plato único y mi favorita es la crema de calabaza. Si bien es cierto que es un recurso propio de invierno y cuando no es el caso, las sustituyo por una ensalada de tomate con mozzarella, o una tortilla de bonito del norte con cebolla pochada.. que le da un punto delicioso. Así que o verduras o proteínas. Ni grasas, ni hidratos de carbono. O sea, ni pan, ni huevos fritos con patatas. No sé si me explico.




Lo que sí es importante, para no aburrirse y mandar las cremas a paseo, es tratar de presentarlas con algún pequeño aliciente. Yo he usado mucho el queso rallado, sí, sé que es un elemento graso pero suelo aferrarme mucho al dicho "no es lo mismo dos que veintidós" y funciona. Sólo un poco; para ir abriendo boca. 

Algunas veces dos o tres croutons o (pan frito o ligeramente salteado), un hilo de chocolate caliente dibujando una espiral... y mi último descubrimiento ha sido el coco rallado.




Estos inventos míos, que me hacen mantenerme fiel a mi teoría de las cenas ligeras, son casi siempre fruto de la casualidad. Cuando preparé la "crema de calabaza con chocolate" me inspiré, como podéis leer en aquel post, en una imagen que encontré en la web de Valrhona. 

En esta ocasión el asunto tiene un origen mucho más simple; tenía una bolsa de coco rallado empezada que había abierto para hacer el "pastel Hummingbird" de Martha Steewart que tanto os ha gustado y pensé que lo mismo le iba bien.




Y no es que le vaya bien, es que le va de maravilla! 

Al menos si como a mí os gusta el sabor y textura del coco rallado. Sólo tenemos que poner una pequeña cantidad sobre la crema y mezclar al tiempo que vamos tomando las primeras cucharadas.

Calabaza y coco casan a la perfección.

Ingredientes:

- 1 kilo de calabaza.
- 1 patata grande.
- 2 zanahorias.
- 1 cebolla.
- aove.
- coco rallado.
- sal.


Preparación:

Pochamos la cebolla cortada en trozos en una cacerola con un poco de aceite de oliva. Lo dejamos así, a fuego lento y tapado, unos veinte minutos removiendo de vez en cuando para que no se pegue. Añadimos la calabaza en trozos, la patata y las zanahorias también troceadas, cubrimos con agua y salamos. Dejamos cocer una media hora a fuego lento. Batimos y pasamos por el chino para que la crema esté bien fina.




Otra opción para no aburrirse de las cremas es presentarlas cada vez en un recipiente distinto. Un día en un plato sopero, otro día en un bol, otro en una taza.... Esta es de la marca Falcon y la tienen en Valentina Shop. La tienda física está en San Sebastián pero te envían lo que te apetezca a casa en menos de 24 horas; avisados estáis por si me queréis copiar también la taza además de la idea de la crema de calabaza con coco rallado.... 

No es que tenga 25 vajillas; sino muchos recipientes únicos que uso para el blog. Y es que cuando estoy en casa suelo cenar muchas veces sola.. básicamente porque los niños lo hacen muy pronto y mi marido no tiene paciencia para esperarme. Muchas veces lo hago después de escribir algo, acabar de ver un programa, de leer, o de ordenar papeles... Tengo la costumbre de cenar tarde.




Eso no os lo aconsejo para nada! Dicen que debe hacerse un par de horas antes de ir a la cama. Y creo que eso influye también en el asunto de engordar, o no hacerlo, con la cena. 

Lo que sucede es que yo me acuesto a las mil. Me quedo feliz de la vida en ese silencio de la noche cuando todos duermen... haciendo cualquier cosa que tenga pendiente. Así que lo de las dos horas lo cumplo involuntariamente.

Como veis hemos cubierto la crema con unas gotas de aove; en mi caso arbequina que me encanta por su frescor y aroma, y con el coco rallado. Sólo un poco es suficiente. Y aunque esta es la historia de una cena solitaria y en clave de dieta... No me digáis que no es una idea estupenda para servir en vasitos como entrante en un coctel o en una fiesta!




Beatriz Tobegourmet.


Restaurante "Venta Moncalvillo". Cocina en directo.

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Existe una experiencia más intensa que sentarse a la mesa para disfrutar de un menú avalado por la Guía Michelín con sus famosas estrellas y degustarlo en compañía de otros amantes de la gastronomía con quien comentar la secuencia de platos y elaboraciones. 

Consiste gozar de la posibilidad de participar de los últimos momentos de su puesta en escena, observando como su autor, el chef, ejecuta los últimos compases de cada receta, explica algunos de sus fundamentos, la describe como un guía explica un cuadro en un museo,  y nos la lleva a la mesa.





Ignacio Echapresto, prestigioso chef riojano, ha sabido captar esas nuevas inquietudes y dar satisfacción a los que aman y se interesan cada vez más por la gastronomía.

En un acogedor reservado, nos recibe en una cocina moderna y funcional situada al fondo de la sala. Anexa está la mesa para los comensales, a escasos centímetros de punto caliente de la velada; el escenario de "mise en place".

Es una clase, una pequeña ponencia, una demostración, un show, una experiencia gustativa, visual e intelectual.




Estas cosas suceden a escasa media hora de la capital de La Rioja. En un bucólico enclave, Daroca, rodeado de barrancos y manantiales. Desde este lugar privilegiado, a modo de balcón, se puede ver gran parte del valle de Ebro, la Rioja Media y Alta, la sierra de Cantabria e incluso las cumbres pirenaicas. Allí "Venta Moncalvillo" nos espera.




Ignacio nos hace una pequeña introducción sobre lo que va a representar nuestra experiencia y enseguida nos hace llegar este "amouse bouche" a la mesa. Son unos deliciosos macarons salados. Desde que supe de los de Aduriz, de caza, estaba deseando probarlos. 

Son de morcilla y nos sorprenden a todos por el concepto y por el sabor delicioso. Estéticamente el blanco y negro, tan opuestos como el dulce con el salado, no puede ser más acertado.




La siguiente elaboración, "La duela de barrica", es una de las propuestas de Echapresto que encuentro más sorprendentes y atractivas. La conocí el pasado mes de octubre en el Congreso de San Sebastián Gastronomika, y es un claro homenaje a su tierra. Como soporte... duelas de barrica y sobre las mismas, a modo de pequeños bocados... flor de manzana con foie, galleta de perdiz y espuma de hongos.

Una maravilla ver el cómo se hizo, y degustarlo a continuación.



Un plato que puede encontrarse dentro de los dos menús que se ofrecen su casa el"Menú Tradición"compuesto por los platos que han marcado la historia de Venta Moncalvillo y algo más corto, y el "Menú gastronómico" que representa una cocina más actual donde gozan de gran protagonismo de los productos de temporada.




Como esta crema de queso con vegetales suspendidos como nenúfares que varía en cada ocasión según lo que ofrezca la huerta.

Ignacio nos explica la idea mientras va componiendo el colorido mosaico de verduras. Es la "Crema de queso de cabra de Anguiano con hortalizas de raíz y aceite de oliva". Se trata siempre de un plato que tiene como nota característica la presencia de verduras que siempre encontramos bajo la tierra; en esta ocasión el rábano, la remolacha, la cebolla, la zanahoria y el espárrago triguero. Según el momento del año la imagen varía en su contenido y en su colorido. 




Para completar la escena se le ha añadido un punto de mermelada de tomate y de salicornia que le aporta un toque salino muy agradable.

Uno de los platos más deliciosos de la cena.... el queso me encanta y soy muy de verduritas crujientes y frescas. En La Rioja somos afortunados en tener una de las mejores huertas.




La velada continúa, todos vamos comentando entusiasmados no sólo lo que vamos comiendo, si no lo que se va preparando a centímetros de donde permanecemos sentados. Jugamos a adivinar qué está haciendo Ignacio, cual es el ingrediente que está colocando, de qué trata el siguiente plato....

Un canelón si.... pero abrimos los ojos muy atentos ante la ejecución de la arena de foie, escuchamos sin parpadear la explicación de los pasos para conseguir esa textura fría y suelta como la nieve... No os lo voy a desvelar.




Es el "Canelón de hongos con arena de foie-gras y avellanas" una elaboración presente en el menú gastronómico, de cocina más vanguardista.

Los comensales comienzan a animarse a hacer preguntas... el chef las responde con detalle, sin escatimar datos y explicaciones. Un lujo.




Del "menú tradición" las exquisitas "Alcachofas fritas con dados de bacalao, cebolla morada e infusión de las pieles".  Una combinación sorprendente y acertada, un lujo degustar la alcachofa, de temporada que tan bien saben preparar en esta casa.



A continuación se presenta en la mesa el "Salmonete reposado sobre puerro, zanahoria y sopa de pescadores". En un menú de cena donde se van a degustar una serie de platos, se agradecen estas elaboraciones de pequeño tamaño y ligeras. 

El salmonete, con todas sus posibilidades, siempre es algo bien recibido por mi parte. Estéticamente bonito, sabroso y muy agradecido. Es una propuesta ésta que procede también del menú gastronómico.




Al igual que el "Pichón asado y guisado con pera, paté de sus higaditos, y piñones". La pieza de carne reposa sobre un canelón relleno de pichón y la pera resulta un acompañamiento sutil y acertado. En La Rioja tenemos fantásticos frutales y peras con D.O. de dulzor sin igual.




Mientras damos buena cuenta del pichón, no podemos evitar mirar de reojo a lo que está sucediendo a nuestro lado, en nuestra misma habitación. Ignacio Echapresto prepara los postres... Hay uno que inevitablemente ha llamado la atención y está siendo en ese momento objeto de conversación y debate en la mesa.




Es "El cava". No podía falta un guiño al "play food", al "trampantojo", técnicas culinarias que son absoluta tendencia. En este plato con forma de botella todo, menos el cristal, se come. Incluso la chapa que es de azúcar.
El corcho de helado de avellana....




En este postre, muy Warhol, el chef Ignacio Echapresto quiere que mastiquemos un cava. Que comamos lo que habitualmente se bebe. Y dibuja dentro de esta botella todos los elementos alusivos al hecho de tomarse una copa de cava. El mismo cava en forma de denso sorbete, los pétalos de flores, que son pensamientos, en alusión a los momentos románticos o de fiesta en que se descorcha una botella.... 

Un plato que no dejó a nadie indiferente.




Tampoco lo hizo el "Chocolate". Chocolate en nueve texturas; en bizcocho, polvo de cacao, tierra, trufa, mousse, galleta, helado, crema de chocolate blanco, y crujiente de cobertura 72%.

Un dulcísimo final para una experiencia absolutamente placentera. Acompañada por los vinos que el reputado, y premiado como mejor sumiller de Rioja 2.008 Carlos Echapresto, fue seleccionando para maridar la cena.

La cocina en directo es una vivencia altamente recomendable de entre las que el Restaurante ofrece. Pero en su web se presentan también otras interesantes opciones, como las experiencias sensoriales enológicas que en una visita a este lugar, de peregrinaje gastronómico en La Rioja, nadie debería perderse.

El disfrute está asegurado!


Beatriz Tobegourmet.


Croquetas de gamba fresca. Receta paso a paso.

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Esta maravillosa receta de croquetas de gamba es uno de mis grandes éxitos en materia de croquetas. Normalmente las comemos una vez al año; en Nochevieja. Es ya tradición en casa. Pero es evidente que son un aperitivo apto para grandes cenas o banquetes, y para quedar de cine con los invitados.

Soy gran amante de las croquetas, y una experta en la materia si se me permite. Las llevo haciendo más de treinta años y me salen riquísimas. En textura creo haber logrado el punto idóneo, y por supuesto doy gran importancia al sabor. Os van a sorprender éstas de gamba, porque creo haber conseguido la fórmula perfecta.




Esta receta es fruto de la evolución de otras que he ido preparando con anterioridad. De hecho data de estas últimas Navidades; en un intento de mejorar aun más el aspecto color, textura y por supuesto sabor, de las que venía haciendo hasta la fecha; y creo que va a ser la definitiva porque francamente el resultado es sublime. Y no estoy exagerando nada.

He visto que la mayoría de las recetas que circulan por la red se parten de una preparación de gambas al ajillo. Sin embargo yo además he venido preparando una especie de fumet; fondo con toda la sustancia de las gambas que está básicamente en las cabezas.




Antes lo hacía en agua, pero me decidí a probar en la propia leche de las croquetas. Para qué añadir agua a la mezcla pudiendo evitarlo? 

El resultado fue fruto de asumir riesgos y hacer pruebas. Me explico. La primera vez que infusioné las cabezas de las gambas en leche pensé que aquello había sido un terrible fracaso. Cuando comenzó a hervir la mezcla se cortó por completo. Quedando un aspecto acuoso y granulado nada apetecible.

En aquel momento tenía dos opciones; o tirar toda mi valiosa sustancia a la basura, sin posibilidad de repetir el caldo, o la siempre posible "huida hacia adelante" asumiendo el riesgo de cargarme por completo las croquetas y el consiguiente medio kilo de gamba fresca. Opté por ésto último.

Y así fue como nació esta joya de croqueta.




En cualquier caso, y al margen de asunto del "zumo de las cabezas", tengo mi propia forma de hacer gambas al ajillo que sin duda las hace más apetitosas y más sabrosas, así que....

Guardad bien esta receta porque es un todo un activo gastronómico!


Ingredientes:

- 500 g de gamba.
- 40 g de mantequilla.
- 225 g de harina. ( Santa Rita especial croquetas )
- 1 litro de leche entera.
- 7 dientes de ajo.
- 2 ramitas de perejil.
- Aceite de oliva virgen extra.
- 2 huevos.
- Pan rallado.
- Harina para envolver las croquetas.
- Sal.




Preparación

Paso 1. La noche anterior, pelamos las gambas y reservamos los cuerpos limpios y unas diez cabezas. El resto lo introducimos en un cazo con 400 g de leche y lo ponemos a fuego lento. Cuando vaya a romper a hervir lo retiramos del fuego. Veréis que la mezcla se corta, no pasa nada, más adelante la vamos a recomponer. Dejamos así cabezas y cáscaras dentro de la leche toda la noche. 

Al día siguiente trituramos con la batidora hasta obtener un caldo homogéneo. En este momento la mezcla se vuelve lisa y de nuevo con buen aspecto. Reservamos.

Paso 2. En una sartén echamos un poco de aceite de oliva y salteamos las cabezas que hemos reservado, aplastándolas con un tenedor para extraer su jugo mientras se doran. Se nos va a formar una pequeña salsa roja, apartamos del fuego. Retiramos las cabezas y nos quedamos con ese fondo.

Paso 3. Picamos muy fino el ajo y el perejil y sofreímos un par de minutos en el aceite anterior. Añadimos las gambas y salamos. En este momento tiene que invadirnos un intenso olor a gamba. Habrá que resistirse porque aun queda tiempo para poder degustar esta maravillosa receta. Y tenemos las gambas a ajillo con un color estupendo.




Paso 4. Reservamos unas cuantas gambitas si queremos que nuestras croquetas tengan tropezones. El resto lo vamos a añadir a la masa de las croquetas y lo vamos a triturar con ella.

Paso 5. En una sartén grande y honda ponemos la mantequilla y cuando esté derretida sofreímos en ella la harina. Sacamos esta mezcla a un bol grande y añadimos el resto de la leche. Batimos hasta tener una crema homogénea. La vertemos de nuevo a la sartén y la llevamos a ebullición, en ese preciso momento añadimos el fondo de gamba que teníamos reservado desde la noche anterior, previamente pasado por un chino para eliminar los restos de cáscaras, y removemos enérgicamente durante unos minutos para que no se formen grumos. Cuando esté todo integrado salamos y dejamos unos cinco minutos a fuego lento. Ya tenemos la masa de las croquetas.

Paso 6. Añadimos las gambas al ajillo y trituramos con cuidado con la batidora sobre la misma sartén ya fuera del fuego. Por último incorporamos los trocitos de gambas que hemos reservado para que las croquetas tengan tropezones




Paso 7. Dejamos enfriar la masa y cuando esté fría con ayuda de un par de cucharas o de un dispensador de helado. Ver aquí. Vamos haciendo bolitas pasándolas primero por harina, luego por huevo y finalmente por pan rallado.

Paso 8. El más delicado. Freír bien las croquetas. Estáis de suerte porque hace poco redacté un tutorial para hacerlo de forma perfecta. Ver aquí.

Ahora ya que sabemos como hacer croquetas de gambas sólo queda disfrutarlas. Imposible comer menos de 4 por persona así que calculad bien. Con esta receta os saldrán unas treinta.




Procurad que lasgambas sean de buena calidad, a mi me gusta usar la gamba plancha, al final la buena materia prima se nota, y si queréis conseguir las mejores croquetas de gambas no debéis escatimar el algo tan importante como lo es el ingrediente protagonista. 

Es ésta una receta para ocasiones especiales, así que bien merece poner todo nuestro empeño en obtener la croqueta más sabrosa del mundo entero.





Beatriz Tobegourmet.

Tarta de toffe y caramelo. Receta.

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Sólo hay una cosa en el mundo dulce que competir con mi pasión por el chocolate; el toffe, el dulce de leche, el caramelo hecho en casa..... De hecho, el summun de lo irresisible lo encuentro en los chocolates con caramelo y sal. Eso es para mí lo más de lo más.

Cuando encontré, hojeando una revista de cocina, esta receta de tarta de toffe con caramelo no me lo pensé dos veces y la preparé ese mismo día, con gran éxito por cierto. Solo que aquella vez estaba más inspirada con el asunto de los hilos de caramelo y me salió algo mejor. Esta vez me han quedado menos finos de lo que pretendía, pero es sólo mi segunda vez. Habrá que seguir practicando.





Los que me seguís en Instagram donde no dejo de lamentarme de la dieta que sigo estos días, para compensar los excesos de las últimas cenas y comidas, no penséis que he cambiado de idea. Este postre exquisito se lo llevé a mi madre el fin de semana. Uno de los obsequios con que Nestlé nos agasajó en su primer evento con bloggers en Barcelona, para el que fui seleccionada con otros cuatro compañeros, fue un porta tartas que me está viniendo estupendamente.

Es un mamotreto de cuidado, pero tengo bastante sitio en la despensa, y aunque ocupa una balda él solito se lo merece absolutamente. Es mi ángel de la guarda; ese que cuida de mí y de mi 90-60-90 (es broma) alejándome de los postres más tentadores y llevándolos bien lejos de mi casa.




La receta está corregida, da una rabia que te mueres encontrarte fallos en las formulaciones, por eso es muy importante acudir a fuentes de confianza cuando se va a preparar una receta, más aun si la cosa no queda en casa y pretendemos quedar bien con amigos o familiares.

Yo tengo mis libros infalibles, no todos lo son, y sigo a algunos blogs también infalibles. El mundo de las recetas de revistas es otra cosa, para mí son fuente de ideas o inspiración, pero ya cuento con que debo cuestionar siempre las medidas.

Así que ésta es la receta perfecta de la tarta de toffe y caramelo con la que llegaréis sin problema al resultado de la foto.




Ingredientes:

- 250 g de harina de Repostería ( Harinas Santa Rita )
- 125 g de mantequilla en pomada ( blandita )
- 2 huevos.
- sal.


- 750 g de leche.
- 175 g de azúcar.
- 6 yemas de huevo M.
- 90 g de Maizena.
- Piel de limón.
- Una rama de canela.


- 200 g de azúcar.
- 70 cc de agua ( 1/3 del azúcar)
- 100 g de nata.


Preparación:

En primer lugar elaboramos la masa brisa (también podemos comprarla). Batimos la mantequilla con los huevos hasta tener una crema homogénea, añadimos la harina poco a poco, la sal, y vamos mezclado sin amasarla demasiado, lo justo para conseguir la masa y punto. Para acabar la guardamos en la nevera una media hora envuelta en film transparente. La horneamos 15 minutos a 180º en un molde redondo, y la cubrimos con un papel sulfurizado y algo de peso (unos garbanzos por ejemplo; yo luego los guardo para otras ocasiones, llevo usando los mismos más de dos años). 

En segundo lugar preparamos la crema de yemas y canela. En un cazo calentamos la leche con la piel de limón y la canela. Cuando rompa a hervir la retiramos y esperamos a que esté templada.

Batimos las yemas con el azúcar, luego incorporamos la harina y batimos nuevamente. Para acabar añadimos la leche colada poco a poco y removiendo. Cocemos esta crema hasta que espese y dejamos templar. Finalmente con ayuda de una espátula dejamos la crema bien enrasada para que quede una superficie lisa e igual.

Si usamos Thermomix batiríamos las yemas con el azúcar en vel 3. añadimos la harina y batimos en vel. 4. Ponemos la vel 3 de nuevo y temperatura Varoma mientras en movimiento vamos añadiendo la leche por el vocal. Cuando la hayamos vertido toda programamos  Varoma, 9 minutos, vel 4 y medio.






En tercer lugar hacemos el toffe. Preparamos un caramelo poniendo a calentar el azúcar y el agua a la vez a fuego medio y "sin mover" esperamos a que tome un color dorado. Lo podemos remover antes para mezclarlo bien antes de poner al fuego, luego no lo podremos tocar o lo estropearemos.

Dejamos que baje un poco la temperatura y añadimos la nata caliente. Removemos y dejamos templar. Cuando haya perdido un poco de temperatura se lo añadimos a la tarta, repartiéndolo de forma uniforme.




Si nos animamos a decorar la tarta con hilos de caramelo basta con preparar un poco más con otros 100 g de azúcar y 30 de agua. Cuando esté casi empezando a solidificar tomamos un poco y con la ayuda de dos tenedores lo empezamos a estirar jugando en el aire con ellos. 

Si queréis perfeccionar la técnica encontaréis muchos tutoriales en internet simplemente buscando cómo hacer hilos de caramelo

El resultado en cualquier caso es una tarta preciosa, además de dulce y original por su combinación de dos capas, la de yemas y la de caramelo, que se distinguen perfectamente en el corte y su fusionan en la boca dando lugar a un irresistible sabor para los  más golosos.




Beatriz Tobegourmet.

Boquerones en vinagre. Cómo se hacen paso a paso.

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No voy a olvidar jamás las paellas que Lola nos preparaba cuando íbamos a verla a Alicante. Siempre tuvo mucha mano para la cocina y el arroz lo preparaba fenomenal. Cierto día nos sirvió como aperitivo unos exquisitos boquerones en vinagre que ella mismahabía hecho en casa. Yo era entonces muy jovencita pero ese mismo día le demostré un gran interés por aprender a hacer aquel manjar.

Como estábamos de visita no había tiempo para practicar, pues el proceso dura más de un día, así que anoté la receta en una hoja y me la llevé como un tesoro para San Sebastián. Tendría así a mi disposición la mejor receta a la vez que la mejor materia prima. El resultado solo se podía calificar de excepcional.




Por aquellos tiempos no había problemas con la anchoa de San Sebastián. Luego ha ido habiendo restricciones, y actualmente no siempre está a nuestra disposición en el mercado. En estas fechas aun no está disponible, así que me conformo con la anchoa de mi pescadería de toda la vida, en el lugar donde ahora vivo, que como sabréis se encuentra algo más al sur.

La receta de boquerones en vinagre es bastante popular en internet. He revisado alguna para tratar de localizar mi truco infalible para que salgan perfectas, en lo que al marinado se refiere, pero no lo he encontrado en ninguna de ellas, así que espero aportar algo nuevo y útil, que es de lo que se trata.




A lo largo de las siguientes líneas os voy a explicar claramente y paso a paso como conseguir unos boquerones en vinagre con este aspecto tan apetecible y delicioso sabor.

Ingredientes:

- 500 g de anchoas.
- Vinagre de vino blanco.
- 1/2 cabeza de ajos.
- Unas ramitas de perejil.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.

Paso 1. Necesitamos anchoas o boquerones de buena calidad y para mi gusto de tamaño medio, ni demasiado grandes, ni demasiado pequeños. Solicitamos en la pescadería que nos quiten la cabeza y las tripas para poder trabajarlos estando ya bastante limpios; de lo contrario esta tarea la tendremos que hacer nosotros en casa.




Paso 2. Yo nunca antes lo había hecho, pero desde que nos han prevenido tanto contra el anisakis, he empezado a congelar las anchoas antes de preparlas para evitar problemas. La cuestión es si hacerlo antes o después de su maceración. Yo lo hago antes, cerrados y con su espina aunque absolutamente limpios por dentro, y lo hago durante 48 horas introduciéndolos en el congelador colocados con cuidado en un tupper cerrado.

Paso 3.  Sacamos los boquerones de tupper y los abrimos por la mitad quitándoles la espina pero preservando la cola.




Paso 4. Cogemos un bol o un recipiente de cristal que es donde vamos a marinar los boquerones y localizamos el vinagre, el recipiente y también la sal. Yo los coloco todos a la vez en un plato y los salo como si se tratara de una ensalada. Echo un chorro de vinagre en el fondo del recipiente y coloco una fila de boquerones bien ordenada.

Y ahora es donde vamos a aplicar una técnica muy sencilla para que el marinado sea completamente uniforme y no nos encontremos con que algún boquerón se nos ha quedado crudo o medio crudo, cosa que suele ser frecuente, y el motivo más habitual para que la gente tire la toalla en este proceso que en realidad. Siguiendo las pautas que voy a daros no puede ser más sencillo obtener un resultado perfecto.




Se trata simplemente de aplicar el vinagre por capas; es decir colocar la primera capa, volver a añadir un poco más de vinagre para que la cubra y esperar a que blanqueen antes de seguir añadiendo más. Puede ser cosa de 2 ó 3 minutos. Añadimos otra capa repetimos la operación y así hasta haber colocado todos los boquerones. Los dejamos entonces 8 horas en la nevera. He visto que en otros sitios se recomienda mucho menos tiempo, pero a mí me lo enseñaron así.




Normalmente yo esto lo hago de un día para otro, o sea... meto las anchoas en la nevera por la noche y así por la mañana ya están listas para el siguiente paso.

Paso 5. Aclaramos las anchoas con agua para quitarles un posible exceso de sabor a vinagre y escurrimos bien. Las colocamos en otro recipiente bien cubiertas de aceite de oliva virgen extra; de esta forma las podemos guardar varios días. Cuando las vayamos a utilizar, para servir en un aperitivo o una cena, picamos el ajo y el perejil le añadimos unas cucharadas de aove y las colocamos en capas durante un par de horas.




Las encontraremos deliciosas, con textura tierna y suave, en su justo punto de ajo y vinagre. Espero que os haya sido útil este tutorial sobre boquerones en vinagre. Sé que podemos encontrarlos que ya vienen preparados, pero nada que ver con hacerlos nosotros mismos en casa; no sólo porque ya de entrada van a resultar más apreciados, sino porque la calidad, la textura y el sabor van a ser insuperables.




Beatriz Tobegourmet.

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